La alopecia areata es una enfermedad en la cual se va cayendo y perdiendo el pelo de manera no cicatricial, es decir, existe la posibilidad de recuperar dicho pelo. Puede aparecer a cualquier edad y existen varias formas de tratamiento; la elección depende de la extensión de la enfermedad, la edad de la persona, entre otros factores.
Se caracteriza por la aparición de parches o placas sin pelo, que pueden variar en tamaño y número. Existen algunas formas severas en las cuales se puede perder la totalidad del pelo e incluso puede haber afectación de los folículos pilosos en el cuerpo (barba, cejas, pestañas, brazos, etc.).
Como se mencionó anteriormente, existen diferentes formas de tratamiento: cremas, medicamentos inyectables, tomados vía oral y también, como tratamiento adyuvante en esta condición, se ha utilizado una forma específica de fototerapia.
La fototerapia es una herramienta que se usa en dermatología para diferentes condiciones como, por ejemplo, psoriasis, vitiligo, alopecia areata, entre otras. Específicamente, en el caso de la alopecia areata, se utiliza el láser Excimer. Se trata de un láser cuya luz se absorbe en la piel sobre la que se aplica; esto ocasiona que disminuya la actividad inflamatoria propia de esta enfermedad y que se reinicie el ciclo de crecimiento normal del pelo.
Por lo general, se realizan sesiones semanales y con un promedio de 8-10 sesiones suelen verse resultados satisfactorios.
No se asocia a dolor, es seguro y la persona puede realizar sus actividades normales inmediatamente después del tratamiento (cuidando la exposición solar).
La ventaja del láser Excimer es que, a diferencia de otros tipos de fototerapia, se pueden tratar zonas pequeñas sin afectar la piel sana que la rodea.
Los efectos adversos pueden ser ardor, quemazón, comezón, enrojecimiento, hiperpigmentación, formación de ampollas, erosiones y costras. Hasta el momento, no existe evidencia de que esta tecnología aumente el riesgo de cáncer.
La alopecia areata se considera una enfermedad crónica y con riesgo de reaparición a lo largo de la vida. El láser Excimer se puede repetir las veces que sea necesario, lo cual permite el control a largo plazo. Así, al observar los primeros signos de la enfermedad, se puede frenar y revertir a tiempo.