La alopecia frontal fibrosante es un padecimiento identificado como cicatrizal, que se presenta con retroceso de la línea de implantación folicular frontotemporal y parietal; va dejando un área de piel fina, pálida y brillante debido a la destrucción de folículos que produce con el tiempo, acompañado de atrofia cutánea y reducción del riego sanguíneo.
Este padecimiento afecta, en su mayoría, a mujeres después de la menopausia, a partir de los 50 años de edad. Sin embargo, también se han presentado casos en mujeres pre-menopaúsicas e incluso, en algunos varones. Actualmente se considera como una forma de alopecia cada vez más frecuente, no existe explicación para el llamativo y evidente aumento de la incidencia.
También es frecuente que afecte a las cejas de forma parcial o total y, con menor frecuencia, a otras zonas del cuerpo como las axilas, pestañas y pubis. En ocasiones produce comezón e incluso dolor en el cuero cabelludo. Algunos pacientes pueden presentar también pápulas faciales y alteraciones autoinmunes consistentes con liquen plano y elevación de anticuerpos antinucleares.
La causa exacta se desconoce a día de hoy, pero se cree que influyen mecanismos autoinmunes de inflamación y recientemente también se involucran factores hormonales. En aproximadamente un 10% de pacientes había antecedentes familiares, aunque la gran mayoría se presentan de forma aislada y en un 20% de casos los pacientes presentaban asociada alopecia androgénica femenina.
El diagnóstico de la alopecia frontal fibrosante es clínico. En algunos casos con hallazgos clínicos no concluyentes se puede confirmar el diagnóstico mediante una toma de biopsia que revelará infiltrado linfocitario perifolicular y hiperqueratosis folicular en el borde de las zonas afectadas y algunas zonas con pérdida de los folículos. En general no es necesario algún otro estudio a menos que se encuentre otro dato clínico de autoinmunidad. Se debe hacer diagnóstico diferencial con alopecia androgenética así como otros de alopecia como la areata y liquen plano pilaris.
El hecho de que este padecimiento sea un cuadro de alopecia cicatrizal en sus estadios finales, junto con la lenta progresión con cese espontáneo de la misma después de años de evolución; dificulta por un lado su terapéutica y por otro, la valoración de la efectividad del tratamiento administrado. El tratamiento debe ser individualizado y habitualmente se realiza a base de corticoides intralesionales, antiandrógenos, corticoides tópicos, minoxidil y otros como antipalúdicos e inmunomoduladores. En casos avanzados se requiere el trasplante de unidades foliculares. En todos los casos los esfuerzos terapéuticos deben estar encaminados a mejorar la calidad de vida del paciente.
¿Cuándo debo acudir al dermatólogo?
- Si nota caída persistente y progresiva del cabello
- Sensación de ardor o picazón en cuero cabelludo sin causa aparente
- Caída del vello de la ceja, pestañas, axila u otra zona corporal
- Edad mayor de 50 años y antecedentes familiares de este tipo de alopecia
Dr. Juan Basillo López Zaldo
Dermatólogo
(DGP:7157462) UDG
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jlopezzaldo@gmail.com