Efluvio se refiere a la caída o pérdida de cabello y se puede decir que todos podemos sufrir un episodio de efluvio estacional a lo largo de nuestra vida. El ciclo normal del pelo consta de tres fases: anágeno o fase de crecimiento, catágeno o fase de regresión y estabilización y telógeno o fase de caída. El 85% del pelo se encuentra normalmente en la primera fase (anágeno), mientras que el 10% se encuentra en la fase de caída.
En determinadas épocas del año se altera un poco este ciclo y es observado que en otoño se produce una aceleración del paso de los folículos de anágeno a telógeno, aunque la realidad es que esta caída puede producirse en cualquier época del año.
Esta desregulación provoca una abundante caída del cabello durante un tiempo de entre dos y cuatro meses correspondientes a esta época del año. En la caída del cabello estacional destacan cifras tan contundentes como que en los meses de otoño la pérdida de pelos al día ronda los 150, mientras que durante el resto del año, la cifra oscila entre 50 y 100 pelos diarios. En la mayoría de los casos la alopecia se auto limita a unos pocos meses, en algunos casos puede mantenerse durante años. Cuando dura más de 6 meses se conoce como efluvio telógeno crónico. Estos casos suelen responder a algún factor desencadenante no detectado (como un déficit nutricional mantenido).
Las personas que lo suelen sufrir de manera más intensa son las mujeres, por motivos hormonales y emocionales, por déficit de nutrientes relacionados con el cabello, como ciertos aminoácidos, oligoelementos y vitaminas. La alimentación desempeña un papel muy importante, aunque en ocasiones es necesario suplementar dichos nutrientes con productos que contengan estos elementos.
Además, factores como el estrés, trastornos como la ansiedad y la depresión aguda, la fiebre prolongada, así́ como dietas hipocalóricas, pueden influenciar en la caída del cabello y agravar estos efluvios.
Toda vez que una persona experimente un tipo de caída abrupta e intensa de pelo se debe visitar al médico dermatólogo para descartar otras causas de alopecia, además debe asear su cabello con frecuencia y evitar o moderar los factores ya mencionados que agravan la caída de pelo. El dermatólogo con base a la revisión clínica y tricoscópica determinará si es necesario realizar pruebas especiales como el tricograma, biopsia o solicitar exámenes en sangre. En todo caso es importante decir en que una buena alimentación previene que la caída brusca del cabello.
Como parte del tratamiento si el estrés emocional es un factor predominante puede mitigarse con un cambio de hábitos de vida, desde realizar ejercicio hasta una dieta adecuada. También se recomienda buscar ayuda psicológica en los casos más complicados. Hay que tener en cuenta que tienen que pasar un mínimo de tres meses hasta la restauración del ciclo normal del pelo, por lo que todos los tratamientos o cambios en la rutina diaria pautadas no se notarán durante ese período.
En casos prolongados se utiliza solución capilar a base de minoxidil al menos al 5%, este promueve el crecimiento del cabello, prolongando la fase de crecimiento y acortando la fase de caída, además hace que los pelos finos se vuelvan más gruesos. Los efectos del Minoxidil no pueden ser evaluados de forma inmediata, siendo necesarios de 3 a 12 meses para empezar a vislumbrar el éxito del tratamiento. Algunas personas aprecian una mayor caída del cabello al iniciar el tratamiento con Minoxidil, esto es normal ya que los cabellos que están en fase de reposo o caída se desprenden para permitir al folículo iniciar la fase de crecimiento.
Dr. Juan Basillo López Zaldo
Dermatólogo y Cirujano Dermatólogo
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