Las uñas son utilizadas como herramientas en diferentes ocupaciones o bien se encuentran expuestas a traumatismos constantes y/o al contacto con agentes químicos. Todo esto las hace vulnerables a cambios en su contorno, forma, superficie y color. Algunos ejemplos de los cambios que podemos observar son los siguientes:
Coiloniquia: Uñas con aspecto de cuchara. Suele aparecer en dentistas, trabajadores de construcción, cultivadores de hongos, carniceros y estilistas.
Leuconiquia: Coloración blanquecina estriada o punteada. Puede observarse en personas que
practican karate.
Onicorrexis: Se observan crestas longitudinales y fisuras. Es común en personas que trabajan con gasolina, pinturas o mecánicos.
Onicosquisis: Exfoliación de la lamina ungueal en su porción distal. Suele observarse en nadadores profesionales.
Erosiones del plato ungueal: Son superficiales y a consecuencia de traumas mecánicos. El borde de las erosiones puede presentar un color oscuro.
Abrasiones del plato ungueal: Ocasionado por fricción repetida. Puede estar limitado a un lado de la uña. Se presenta en trabajadores de cerámica y guitarristas.
Onicolisis: Desprendimiento de la uña a nivel distal, se observa en carniceros, lavadores de platos, estilistas, jardineros, floriculturistas, manicuristas, bartenders.
Hemorragias/hematomas: Presencia de sangre por debajo de la lámina ungueal, secundario a traumas repetidos en escaladores de montañas, golfistas, jugadores de cricket, jardineros y músicos.
Cambios en la coloración de las uñas
Uñas amarillas: Se observan en personas que están expuestas a pesticidas, tintes textiles, 4,4 metilendianilina.
Uñas anaranjadas/rojas: Por el contacto con tintes de cabello, henna, gluteraldeido e hidroquinona.
Uñas moradas: Por contacto con cianuro de potasio y oro.
Uñas negras: Trabajadores que manejan nueces frescas y en trabajadores que manejan maderas oscuras como ébano y Caoba.
Es frecuente encontrar cambios en las uñas de personas que se dedican a ciertos trabajos, sin embargo, es importante acudir con tu dermatólogo para descartar que no se trate de una enfermedad que requiera de tratamiento específico.