La situación que vivimos actualmente en términos de salud pública requiere mantener una adecuada higiene de manos. Por esta razón, el lavado de manos se está realizando muy frecuentemente durante el día, sin mencionar la aplicación reiterada de gel antibacterial cuando el lavado de manos no se encuentra accesible.
Estas medidas, si bien son excelentes medidas de prevención de contagios, pueden desencadenar reacciones en la piel. Estas pueden manifestarse desde una leve sensación de sequedad, irritación o comezón, hasta ser severas como la aparición de fisuras y sangrado.
¿Por qué sucede?
Los productos de higiene de manos dañan la piel al alterar la capa más superficial de la piel, el estrato córneo.
Ocasionan alteraciones en la unión entre las células que lo componen y cambios en los lípidos que normalmente favorecen la función de “barrera” que tiene la piel.
El potencial de que los jabones causen irritación varía considerablemente, y puede ser atribuido a varios de los ingredientes de sus formulaciones. Por otro lado, algunos ingredientes en los geles antibacteriales pueden alterar la barrera de la piel, secarla y desencadenar reacciones alérgicas. En particular, la capacidad del gel-alcohol de dañar la piel está relacionada con su concentración: entre mayor concentración, mayor el riesgo de irritación.
Otros factores que pueden contribuir a la dermatitis asociada al lavado frecuente de manos incluyen el uso de agua caliente, baja humedad del ambiente (invierno), no utilizar crema humectante, y posiblemente la calidad de toallas de papel utilizadas en ocasiones para el secado de manos.
En general, lavar las manos con agua y jabón es el método preferido para eliminar microorganismos en la piel.
Algunas recomendaciones:
- Seleccionar productos menos irritantes: optar por jabones que contengan humectantes. Los jabones antibacteriales suelen ser irritantes, y en términos generales, estos ingredientes antisépticos no son necesarios para una higiene de manos adecuada si se usa una técnica adecuada (aseo con jabón 20 segundos, cubriendo toda la superficie de las manos).
- Uso de cremas humectantes para las manos: utilizarlas siempre después de cada aseo de manos o previo a la aplicación de gel antibacterial. Además, se pueden usar cuantas veces sea necesario durante el día. Esto ayudará a reconstituir las propiedades de barrera de la piel.
Cuando estas medidas sean insuficientes es aconsejable acudir a consulta dermatológica, ya que en particular en los casos severos se sugiere utilizar fármacos tópicos que ayuden a disminuir la inflamación y favorezcan la recuperación de la piel.