El verano apenas inicia y, a menos que tengas en mente permanecer en áreas interiores en estos hermosos días de sol, es conveniente que consideres tomar algunas recomendaciones en relación al cuidado apropiado para tu piel.
Recomendaciones
- Reduce la exposición solar durante las horas centrales del día. Existe radiación significativa desde las 8:00 am hasta las 7:00 pm, sin embargo, hay que poner especial atención en las horas del mediodía (entre 11:00 am y 3:00 pm).
- Busque la sombra. En horas centrales del día, la sombra puede llegar a reducir hasta el 50% de la radiación ultravioleta.
- Utilice prendas de protección. Que éstas cubran la mayor parte del cuerpo cuando sea posible. Con textiles que tengan mayor celulosa (el poliéster ofrece mayor protección que el algodón y, a su vez, la lycra mayor protección que el poliéster.). Que sea preferentemente de materiales permeables para evitar la sobrecarga térmica y evitar colores oscuros (verde oscuro, gris, azul, entre otros).
- Póngase un sombrero de ala ancha para proteger los ojos, la cara y el cuello. La región posterior del cuello, las orejas, y el cuero cabelludo en personas con escaso cabello son áreas de importante afección solar y difícil protección. Asegúrese que el sombrero o sombrilla que utilice sea apropiado.
- Protéjase los ojos con gafas de sol. Las gafas deben tener un diseño envolvente o tener paneles laterales. Deben especificar en su etiqueta que cuenten con protección contra radiación ultravioleta y, de preferencia, que su material no impida la discriminación de colores.
- Utilice protector solar de amplio espectro. Elija un factor de protección solar (FPS) mayor de 15; preferentemente, entre 30 (protección media) y 50 (protección alta). No existe fundamento científico que avale mayor protección a medida que se aumenta la numeración del FPS después de 50. En áreas de exposición solar, éste debe reaplicarse cada 3 horas y, si hay superficies reflejantes, cada hora.
- Evite las camas solares. El bronceado de la piel es una respuesta ante la agresión y el daño de la radiación UV. El color bronceado va desapareciendo gradualmente, sin embargo, el daño producido en las células de la piel permanece y se va acumulando. Se ha comprobado en varios estudios que el riesgo de sufrir un cáncer de piel aumenta un 20% en las personas que usan las camas solares para estar bronceadas.
- Es importante proteger a los bebés y niños de corta edad. La piel de los niños es más delgada, sensible y propensa a quemaduras. La exposición frecuente a la radiación UV y las quemaduras solares sufridas durante la infancia y la adolescencia constituyen un importante factor de riesgo de cáncer de piel.
Dra. Mildreth Amelyn Cid Garza
Dermatóloga
(CED.5599043)
mildrethcid@gmail.com