El promedio de vida del ser humano se ha prolongado. Cada día, es más común ver adultos mayores activos. Con ello, la atención médica y cuidados de la piel de un adulto mayor es y seguirá siendo un motivo frecuente e importante en la consulta médica. La piel de un adulto mayor es distinta a la de un joven, es más frágil y seca.
¿Cuáles son los cuidados de la piel que un adulto mayor necesita tener?
Frecuencia del baño
Si es posible, para quien tiene la piel muy seca o sensible, se recomienda realizar el baño cada tercer día, de manera breve, quizá menos de 10 minutos en contacto con el agua de la regadera o tina. Los baños prolongados agravan la sequedad de la piel. Se sugiere no tallar con fibras, sino utilizar la mano o una pequeña toalla de algodón para la limpieza de la piel con el jabón y gentileza. La temperatura del agua se recomienda tibia. El agua caliente produce que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que empeora la comezón en caso de padecerla.
El uso del jabón
Los perfumes y colorantes que se emplean en la fabricación de los jabones pueden ocasionar reacciones alérgicas. Por tal motivo, es recomendable para el aseo de la piel, utilizar jabones con aceite de almendras dulces, avena, glicerina o un syndet (jabones sin detergentes) en barra o líquidos y evitar los jabones con perfumes y colores; así, la piel perderá menos grasa. Si se tiene la piel muy seca, se puede limitar el uso de jabón a las axilas y lavar el resto del cuerpo con agua.
Al salir del baño
Aún con la piel húmeda, es bueno aplicar suficiente crema emoliente para formar un sello protector en la superficie de la piel, que impedirá la pérdida de humedad, evitando la deshidratación y sequedad cutánea. De ésta manera, se protege a la piel de cambios climáticos bruscos y de cambios ambientales. Se sugiere, evitar cremas con perfumes y colores y sustituirlas por aquellas con aceite de almendras dulces o con la etiqueta “cold cream”. La frecuencia con que debe aplicarse la crema en la piel deberá ser de dos a tres veces al día y después del baño.
Es muy importante secar los pliegues bajo los senos, en el caso de las mujeres, así como el área de las ingles, abdomen y axila. Esto evita la maceración, pues el mantener húmedas dichas áreas se puede facilitar el desarrollo de infecciones en la piel.
No a los remedios caseros
Hay que evitar el uso de cataplasmas o remedios a base de hierbas en contacto directo con la piel, como el uso directo de ajo, limón, tepezcohuite, sábila, árnica, hierba del arlomo, romero, etcétera. También, es importante no aplicar cremas o ungüentos medicinales que no hayan sido indicados por el médico especialista. Existen productos que pueden aumentar las reacciones de la piel, estos generalmente tienen alcohol o mentol. Ante cualquier duda, acude a un Dermatólogo.
La ropa
Trata de no usar ropa de lana o de poliéster que pueda ser irritante y sí preferir las telas manufacturadas con algodón o tejidos a base de fibras naturales; las prendas deben ser holgadas. Los residuos de detergentes en la ropa así como los suavizantes pueden agravar la comezón. Se sugiere lavar la ropa y calcetines con productos para el lavado de las prendas infantiles o detergentes biodegradables que no producen gran espuma. Se recomienda que las telas de almohadas y sábanas sean de algodón y que se eliminen cobertores de mucho peso pues esto alivia la comezón al reducirse el calor del cuerpo.
Los rayos del sol
Si se realizan actividades al aire libre, es importante el uso de protector solar con un factor de protección solar entre 30 a 50+ dependiendo del tipo de piel de la persona. Siempre usar sombrero, ropas de vestir de manga larga y lentes oscuros. No es bueno tomar baños de sol y hay que evitar la exposición solar entre las 10 am y 4 pm, que son las horas de mayor intensidad de la radiación del sol. El calor del ambiente puede aumentar la comezón por lo que se prefieren ambientes húmedos o frescos.
Heridas y lunares
En un adulto mayor, la cicatrización de rasguños o heridas superficiales de la piel puede ser lenta. Se debe realizar aseo de la herida y aplicar algún desinfectante.
Existen tumores de la piel que son frecuentes en adultos mayores. Cualquier abultamiento de la piel que aumente de tamaño, debe ser motivo de preocupación y se justifica una consulta pues los “lunares que crecen” y las “heridas que no cicatrizan” pueden ser lesiones sospechosas de cáncer de piel. La mayoría de los cánceres de piel son curables.
La picazón en la piel puede deberse a muchas causas, entre ellas: diabetes mellitas, enfermedades del hígado y alergias. En algunos adultos mayores aparece sin causa precisa. Cuando a pesar de los cuidados recomendados, esta comezón persiste, es recomendable asistir con el especialista de la piel para que haga un diagnóstico de la causa del prurito o comezón, término más común.
Las heridas de los pies son de cuidado, especialmente en pacientes que padecen diabetes mellitus y mala circulación. Se recomienda el uso de un calzado cómodo para evitar molestias, irritaciones o heridas en los pies.
El Pelo y las uñas
Otras estructuras de la piel como el pelo y uñas, son importantes. En un adulto mayor uno de los cambios más frecuentes en las uñas es el engrosamiento de las mismas; si se dificulta el corte de uñas, debe hacerse por parte de una persona idónea. Es más común que se desarrollen infecciones por hongos en las uñas de los pies. Es recomendable acudir al especialista de la piel, para atender esta enfermedad en las uñas y no automedicarse.
Cuando no es posible lavar el cabello, existen los champús en seco; estos vienen en una presentación en forma de espuma y evita el lavado frecuente y la irritación del cuero cabelludo. Si se padece de dermatitis seborreica, se vuelve necesario el uso de champús antiseborreicos de uso comercial. Si no hay mejoría, solicitar al especialista el nombre de alguno que pueda utilizar.
En el cuidado de la piel del adulto mayor siempre será mejor la prevención. La educación que tengamos en cuanto al cuidado de la piel es un tema importante para el control de los síntomas y cambios en la piel. En conclusión, siempre será importante mantener estos principios: correctas prácticas de higiene de la piel, hidratación adecuada y protección frente a las agresiones del medio ambiente.
Dra. Ana Rangel Cortés
Dermatóloga
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