Las mujeres embarazadas presentan cambios notorios en su cuerpo, en un periodo corto de tiempo, por el efecto que producen las hormonas propias de esta etapa. Estos cambios pueden provocar angustia en las mujeres al pensar que después del parto continuarán sintiéndose de esa manera.
El oscurecimiento de las axilas, la entrepierna, las areolas, los pezones y una línea bronceada que va del ombligo al pubis son síntomas que se harán evidentes aproximadamente a partir de las 12 semanas de gestación. Es importante saber que esto es completamente pasajero y no debes tallar la piel pensando que con eso mejorará, ya que podría ocurrir lo contrario y dejar manchas permanentes a consecuencia del tallado.
Las manchas oscuras que aparecen en la cara, llamadas: melasma, cloasma, “máscara del embarazo” o “paño” son ocasionadas porque la piel es más sensible a la exposición del sol. Se recomienda evitar los rayos solares de las 10:00 am a las 4:00 pm, utilizar sombrillas, sombrero y cremas con un factor de protección solar por arriba del 30% y aplicarlo cada 4 horas.
Los senos se preparan para la lactancia y aumentan su volumen, lo que ocasiona un estiramiento de la piel que puede provocar dolor, resequedad y comezón. Es importante aplicar cremas suaves que contengan aceite de almendras, vitamina A y vitamina E para mantenerlos hidratados.
En el periodo de lactancia se debe tener especial cuidado con los pezones, ya que aumenta la humedad por la salida de leche y el contacto con la saliva del bebé. Para prevenir las fisuras y grietas hay que enseñar al bebé a succionar de manera correcta: introduciendo todo el pezón y parte de la areola en su boca. También, hay que aprender a retirarlo introduciendo tu dedo meñique en su boca.
Es importante que uses un jabón suave que contenga crema para mantener hidratados los pezones, evita tallarlos, aplica lanolina después de cada toma y usa compresas tibias en caso de que los sientas muy congestionados. Si a pesar de estas medidas continúan las molestias o presentas fiebre, visita a tu Dermatólogo.
Otro de los cambios que se presentan durante el embarazo es que pueden aparecer verrugas en el cuello, las axilas, los surcos mamarios y la entrepierna. Esto se debe a la fricción de la piel; es importante que si son muy molestas, acudas con tu dermatólogo para eliminarlas. Sin embargo, es más conveniente esperar, pues en muchas ocasiones, las verrugas desaparecen después del parto.
El crecimiento del abdomen produce distensión de la piel y puede ocasionar comezón y la aparición de las angustiantes estrías, las cuales no desaparecen una vez terminado el embarazo y sólo se mejoran con la aplicación de peelings o láser.
Para prevenir las estrías tienes que cuidar tu alimentación para no subir mucho de peso, así como hidratar la piel con cremas a base aceite de almendras, manteca de karité, vitaminas A y vitamina E. Puedes realizar ejercicio, si no hay contraindicación de tu médico; así, ayudarás a que tu piel sea más elástica. La comezón no produce estrías, pero si presentas esta inquietante molestia, es recomendable evitar rascarse aplicando constantemente una crema hidratante.
Dra. Martha Leticia Gómez Martínez
Dermatóloga y Cirujano Dermatólogo
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