La alopecia androgénica corresponde a la pérdida de cabello difusa mediada genéticamente por una susceptibilidad aumentada al adelgazamiento y pérdida del cabello mediada por andrógenos que producen miniaturización de los folículos a través de una enzima llamada 5 alfa reductasa.
Se estima que el 80% de los hombres la padecen y hasta un 40% de las mujeres la padecen. Un inicio temprano de la pérdida del cabello se asocia a formas más graves. Se han asociado otros factores tales como genéticos (>200 genes implicados) y otros mecanismos (micro inflamación, alteración de otras vías: prostaglandinas, Wnt-betacatenina).
Clínicamente se caracteriza por una perdida de la densidad capilar asintomática en diferentes patrones. El esquema de terapeútico general en un varón sería realizar tratamiento médico continuado y, en algunos casos, valorar repoblar la zona de alopecia con un trasplante capilar.
Podemos diferenciar terapias de primera línea y terapias adyuvantes. Solemos utilizar las terapias de primera línea en la mayoría de los casos, mientras que reservamos las terapias adyuvantes como complemento para casos con respuesta insuficiente o casos con baja adherencia a las terapias de primera línea. Es muy importante individualizar el tratamiento en cada paciente para asegurar la adherencia a largo plazo.
La dutasterida vía oral es parte de las terapias de primera línea con excelente efectividad, seguridad y adherencia terapéutica. Otros fármacos de primera línea corresponden a la finasterida con un perfil similar a la dutasterida preferida en varones menores de dieciocho años, y el minoxidil tópico una vez cada 24 hrs. En estudios clínicos se ha demostrado una efectividad mayor de la dutasterida sobre la finasterida con efectos adversos similares entre ambos.
Lo anterior se debe a que la dutasterida tiene más efectividad en la pérdida de cabello a nivel frontal como vértex y es también considerada una terapia de mantenimiento a dosis bajas, dado que la semivida de la dutasterida en el cuerpo es de cinco semanas en comparación con la finasterida que es de cinco horas.
Con respecto al perfil de seguridad, estudios de revisión han encontrado que la dutasterida es extremadamente raro que produzca disminución del libido o alteraciones sexuales entre pacientes jóvenes con alopecia androgénica en comparación con adultos mayores que reciben el mismo tratamiento, confirmando el espectro de seguridad de dicho fármaco.
La dutasterida se puede emplear de igual forma como terapia adyuvante mediante la inyección local del medicamento en la piel cabelluda, teniendo mismo efecto anti-androgénico con una absorción despreciable a nivel sistémico (no modula hormonas corporales séricas), y por lo tanto sin efectos sistémicos, y resultando cómodo para el paciente dado que cada sesión se realiza en intervalos de cada tres meses.
Es importante mencionar que cada tratamiento es individualizado, y los mejores resultados se observan a los 6–12 meses posteriores al inicio del tratamiento. De ahí la importancia de un seguimiento estrecho dermatológico.
Dr. Manuel Soria Orozco
Dermatólogo
(CED. PROF. 8148410)