El estrés es una respuesta del organismo debido al esfuerzo que una persona ejerce por falta de adaptación ante algun factor que le signifique un esfuerzo para mantener un estado de equilibro dentro de sí mismo y dentro de su ambiente.
Cuando existe estrés, la hipófisis (glándula encargada de segregar hormonas al cuerpo, mantenerlas controladas y administrar las proteínas y nutrientes) envía un mensaje a las glándulas suprarrenales, mismas que liberan adrenalina y cortisol. La adrenalina provoca que el corazón lata más rápido y como consecuencia, aumente el flujo sanguíneo; el cortisol, por su parte, favorece la producción de glucosa en sangre, altera las respuestas del sistema inmune, digestivo y reproductor.
La frecuente exposición al estrés provoca efectos negativos en el organismo:
- Dolor de cabeza, irritabilidad y enojo
- Depresión, sentimientos de tristeza
- Reducción del deseo sexual, impotencia
- Menstruación irregular
- Insomnio
- Enfermedades del corazón
- Asma, sensación de ahogo
- Desordenes digestivos (ulceras, colitis, colon irritable)
- Obesidad y sobrepeso (se busca satisfacer las necesidades emocionales)
La piel es un reflejo de nuestro estado físico, psicológico y mental; el principal efecto negativo del estrés es el envejecimiento prematuro, la piel reacciona ante el estrés mostrándose sin color y con signos de cansancio, presenta ojeras y pierde luminosidad.
La aparición de erupciones, enrojecimiento y comezón en momentos de nerviosismo o tensión, también son señales de estrés:
- Descamación y comezón en la piel
- Sudor excesivo provocado por la descarga de adrenalina
- Alopecia o caída de cabello
- Flacidez cutánea, causada por el ritmo de vida y la dieta
- Acné, provocado por el cortisol
- Urticaria crónica
- Fuego labial
- Psoriasis
Al disminuir el estrés, se reduce la liberación de sustancias que provocan la inflamación, ayudando a que el organismo funcione adecuadamente. Aun cuando se reconozca que muchos padecimientos son producidos por el estrés, no se debe de esperar a que se resuelvan solos, es necesario consultar a su médico para seguir el tratamiento correspondiente.
Dra. Minerva E. Vázquez Huerta
Médico cirujano y partero
(CED.9007429)
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