Embelleciemiento de labios

Sentirse jovial y atractiva es esencial para la autoestima de cada mujer. No se trata de tener miedo a envejecer, sino a la natural necesidad de sentirse vitales conforme pasan los años. La belleza de nuestro rostro, especialmente la de nuestros labios, es muy importante para lucir joviales, pues los labios denotan lozanía. A partir de esta necesidad, surgen muchos productos, tratamientos e intervenciones para hacernos lucir más saludables; sin embargo no todos son apropiados para nuestro organismo y muchos de ellos nos pueden perjudicar. Es importante mantenernos bien informados y acudir con profesionales para que nos orienten.

El ácido hialurónico es una sustancia presente en nuestro organismo que vamos perdiendo con el paso de los años. Actualmente se sintetiza en el laboratorio y se utiliza para la medicina estética, ya que, al ser una sustancia natural, es absorbida y bien recibida por nuestro organismo. El ácido hialurónico, entre otras cosas, permite dar volumen natural a los labios, corregir asimetrías, perfilar y hasta simplemente hidratar.

Karla es un ama de casa que, como todas, disfruta sentirse bella y joven. Al tener sólo varones en casa se enfrenta a un paradigma ante la inquietud de acudir a la medicina estética para mejorar su aspecto físico, pero Karla logró transmitirle a su familia que no sólo trabaja en ser bella por dentro y reflejarlo, sino que también, al sentirse hermosa físicamente, se siente más plena.

Su familia entonces se convirtió en su apoyo en todo momento:

Skin News: Cuéntanos Karla, ¿qué fue lo que te hicieron en dermacenter?
Karla: Un aumento de labios. No tenía labios, toda mi familia es de labios muy delgados, además, los tengo como hundidos de las orillas y con el tiempo tienden a hacerse arruguitas arriba, y eso hace que nos veamos de mayor edad, los labios son juventud. Sí me hice un cambio muy diferente pero muy profesional, estoy fascinada con mis labios.

S.N.: En efecto, los labios son un signo de juventud, pero cuéntanos ¿no te quedaron muy grandes?
K.: No. Nada. Son de tamaño súper natural. De las orillitas ya me hizo así también la curvita que no tenía nada, los tenía como rallita.

S.N.: ¿Cómo lo lograron?
K.: Con las inyecciones. El doctor, Gabriel, me inyectó un producto especial para labios. Primero la aguja entra por la parte de en medio de los labios, por abajo, por la carne, para que no sea tan doloroso. Luego, en los costados, sí inyecta en labio para perfilarlo, pero vale la pena aguantarse.

S.N.: ¿Es doloroso?
K.: No, son más los nervios. Lo que más duele es el piquete porque no lleva anestesia, pero el líquido ni lo sientes, además estás fascinada viendo cómo vas quedando en un espejo en ese mismo momento. Todo es muy profesional, el doctor, Gabriel, me aconsejó mucho que fuera cuidadosa con este tipo de intervenciones. Yo no quisiera estarme haciendo muchas cosas porque luego una parece como deforme. Él es muy estético, hace cosas bonitas y me encantaron.

S.N.: ¿Cuántas sesiones fueron?
K.: Una sola, en ese momento te queda. Son alrededor de 7 piquetes, rapidísimo. Con su misma mano te va moldeando el líquido y en ese momento vas viendo cómo te quedan, ¡es sorprendente! Así como te quedan en ese momento, así se te van a ver, solo los dos días siguientes se hinchan pero después vuelven a la normalidad.

S.N.: Platícanos, cómo te sentías antes contigo misma, con respecto a tus labios:
K.: Siempre he querido tener más labios, tenerlos más carnosos, pero pues no los tenía, así que antes me los delineaba por fuera, me ponía color y en medio mucho brillo, y ese tipo de trucos para dar el efecto de volumen.

S.N.: Pero, ¿sentías inseguridad por tener los labios muy delgados?
K.: No, no tanto así, pero sí es una cosa que siempre quise hacer. Aunque no creas que fue tan fácil dejar que alguien tocara mi cara. Antes de llegar con el doctor, Gabriel, nunca me había hecho nada en mi cara. Me daba temor porque hay clínicas donde te ponen otras cosas como el aceite bovino y, pues, si en la cara te llegan a hacer algo mal, no es reversible; hay que tener mucho cuidado.

S.N.: ¿Cómo fue que llegaste con el doctor Gabriel?
K.: Por mi suegra, ella va con él. Un dia la vi y le vi muy bonita su cara y me comentó que estaba yendo con el dermatólogo y, en su siguiente cita, yo la quise acompañar. Desde ese entonces caí en muy buenas manos. Ahí empezó mi proceso, yo lo primero que pedí de cumpleaños fueron mis labios.

S.N.: ¿Y tu familia qué te dijo? ¿Cómo lo tomaron?
K.: Mi esposo no quería al principio, tenía miedo de que me fuera a ver muy plástica. Yo le dije que me lo iba a hacer muy estético; les expliqué que el doctor siempre deja súper natural, aunque sea botox, te deja movimiento en la cara y te explica que la cara tiene que tener movimiento natural.

S.N.: Y cuándo tu familia vio el resultado, ¿qué te dijeron?
K.: Tengo puros hijos varones, entonces, me vieron hinchada después de la intervención y sí me dijeron que qué me había pasado, que no parecía yo. Pero ya que se me bajó y se vieron naturales, ya les gustó y yo me sentí muy bien. Sí me dicen que se me ven bonitos.

S.N.: ¿De cuánto tiempo es la duración de este efecto?
K.: Dura año y medio. Es muy buen tiempo. Antes de que se me pase ese tiempo, me los voy a volver a hacer. Gabriel es muy profesional, él me comentó que sí puedo volver a hacérmelo pero ya que se cumpla el plazo y es importante volverme a poner la misma cantidad, él no es como esos doctores que nada más por dinero te inyectan y te inyectan y a la larga repercute en tu salud.

S.N.:¿Este tratamiento es costoso?
K.: Para lo mucho que dura no. Vale la pena por completo. Además, el doctor, Gabriel, y su esposa la doctora, Ileana, que es una eminencia, son súper profesionales. Desde la primera vez que fui me dieron la confianza, tengo sobrinos y amigas que se tratan con la doctora y están muy contentos.

S.N.: Por último, platícanos, ¿qué les recomiendas a las personas que tienen ganas de hacerse un cambio como éste?
K.: Que siempre antes de hacerse algo busquen a la persona adecuada, que sea súper profesional y de prestigio como el doctor Gabriel y la doctora Ileana. Siempre en buenas manos como yo, porque esto puede cambiar tu vida y en mi caso me cambió para bien.

Lic. Gabriela Castillo Rodríguez