El diagnóstico de los exantemas infecciosos en la infancia es una de las causas más frecuentes de consulta médica y la principal causa de consulta de primera vez en dermatología. Si bien muchas presentaciones son benignas, otras son verdaderas emergencias y, si se reconocen de forma temprana, mejorarán su pronóstico.
Se denominan enfermedades exantemáticas a un grupo de enfermedades cutáneas visibles, generalmente contagiosas, pero también pueden ser ocasionadas por fármacos. Se caracterizan por una erupción de la piel roja, simétrica (en ambos lados del cuerpo), extensa, que aparece de manera rápida (en horas o pocos días).
Las enfermedades exantemáticas, también conocidas como rash, varían mucho en su forma, desde granos aislados, manchas rojas a violáceas, “granos con contenido acuoso o purulento”, ronchas o habones, costras y descamación, que se pueden presentar de forma única o en combinación.
Generalmente ocasionan comezón o malestar, pero pueden presentarse también sin ninguno de estos síntomas. Además de la afección en la piel, lo que caracteriza a las enfermedades exantemáticas son los síntomas acompañantes, que pueden incluir un cuadro gripal, fiebre, entre otros.
Factores a considerar ante la presencia de exantema al acudir a consulta son informar a su médico si tuvo contacto con personas enfermas, uso de nuevos medicamentos o vacunas y si realizó viajes recientes.
Las enfermedades exantemáticas contagiosas más comunes son ocasionadas por virus. Entre ellas se encuentran la varicela, escarlatina, rubéola y, recientemente, el sarampión, que estaba erradicado en México gracias a la vacunación.
Recuerda que la mayoría de las infecciones exantemáticas pueden prevenirse por medio de la vacunación, principalmente para evitar secuelas no solo en la piel, sino también en otros órganos importantes, como el corazón, cerebro, pulmones y oído.
Si tú o tu hijo/a presentan enrojecimiento en la piel de manera súbita, acompañado o no de síntomas, no dudes en acudir a consulta con un médico especialista.