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Fotoprotección en niños

By 10 mayo, 2014diciembre 17th, 2014Piel

Cada segundo, el sol libera cinco millones de toneladas de energía pura. La parte de la radiación solar que tiene más energía y que alcanza la superficie de la tierra corresponde a las Radiaciones Ultravioletas (RUV), esta energía se divide en tres partes y en unidades de longitud de onda (mm), según la cantidad de energía y las acciones que tiene sobre la tierra: UV-A: 320 – 400 nm, UV-B: 290-320 nm y UV-C: 150 – 290 nm.

La radiación ultravioleta tiene una longitud de onda más corta que la luz visible, por lo tanto, es invisible para el ojo humano. La ciencia que estudia las relaciones de la luz con los seres vivos es la Fotobiología, misma que tiene una rama llamada Fotodermatología. Esta rama estudia las relaciones de la RUV con la piel y nos permite comprender los cambios que estas radiaciones producen en el tejido; cómo diagnosticarlos, cuál es el mejor tratamiento y cómo podemos prevenir este daño; así como el posible uso medicinal de los mismos.

Para proteger la salud de nuestros niños y evitarles daños irreparables, es necesario conocer los efectos negativos que las Radiaciones Ultravioletas pueden representar en la salud: 

  • Quemaduras solares.
  • Envejecimiento cutáneo por la luz o fotoenvejecimiento.
  • Formación de cáncer de piel o fotocarcinogénesis.
  • Enfermedades de la piel causadas por las radiaciones ultravioletas y la luz visible (fotodermatosis).
  • Diversas enfermedades hereditarias, así como enfermedades del metabolismo y sensibilidad exagerada a las radiaciones solares.
  • Alergia a las radiaciones solares o fotoalergia.
  • Agravación de diversas enfermedades por las radiaciones ultravioletas.

¿Qué es el bronceado?
El bronceado es la nueva melanina formada por UV-B; los melanocitos la introducen a los queratinocitos de  la epidermis (parte más externa de la piel).

¿Qué es la melanina?
La melanina es la proteína que absorbe los rayos UV-B, lo que provoca su oxidación y que la piel luzca más oscura o “bronceada”; recibe el nombre de “pigmentación indirecta”.

 ¿Cuál es el efecto a corto plazo de las radiaciones  UV?
En lactantes, se presentan quemaduras solares por la “resolana”.

¿Cuál es el efecto a largo plazo de las radiaciones UV?
El fotoenvejecimiento. En este caso, la piel clara puede llegar a ser más afectada. Este padecimiento consiste en el adelgazamiento de la piel, la aparición de arrugas, pecas, el desarrollo de pequeñas venas rojas en el rostro, manchas blancas en forma de pequeñas gotas (hipomelanosis gutata), pequeñas cicatrices blancas (pseudo cicatrices amelanicas), la piel se afloja (elastosis), piel áspera, entre otros padecimientos. Estos malestares pueden desarrollar cáncer en un futuro (queratosis solares).

Índice de riesgo de melanoma
Cabe destacar que el cáncer de piel es uno de los más agresivos que existen, el riesgo se considera de 4.1-12% mayor.

Los riesgos de padecer cáncer de piel se incrementan cuando se tiene entre 45-50 años; si la piel es clara (fototipo I-II); cuando se tiene tendencia al desarrollo de pecas; si se tiene más de 100 lunares y si existen lunares de diferentes colores, mal delimitados, extraños que crezcan rápido, que midan más de 6 mm de tamaño o un lunar mayor a 20 cm.

Pero aún hay más, el riesgo de presentar melanoma es 20-50% mayor cuando se tiene historia personal o familiar de cáncer, ya sea un familiar con melanoma maligno o uno con melanoma.

Tipos de exposición que aumentan la incidencia de melanoma:

  1. Exposición más frecuente y severa como quemaduras de segundo grado en edad pediátrica (se desarrollan vesículas o ampollas). La fotoprotección en infantes es indispensable.
  2. En recién nacidos y lactantes, básicamente, se prohíbe la exposición a radiaciones solares. En caso de que esto sea inevitable, es importante que sea muy bien controlada, después de las cuatro de la tarde y con protección física adecuada (sombrero, malla antisolar, parasol, entre otros). Es fundamental no confiarse; la llamada “resolana” también provoca quemaduras solares y fotodaño.
  3. En lactantes se recomienda el uso de pantallas minerales, también llamados filtros físicos; éstos reflejan la luz y no reacciona fotoquímicamente como los filtros químicos, los cuales  pueden causar efectos adversos en lactantes. Debemos cuidar la hidratación, el shock por deshidratación y la termorregulación (vigilar  la temperatura y evitar golpes de calor).

¿Qué son los fotoprotectores?

Son sustancias que en su composición incluyen filtros solares y que, usados tópicamente, previenen  algunos daños causados por la radiación solar.

Tipos de fotoprotectores

  1. Químicos: absorben la radiación UV y la energía incidente para transformarla en otro tipo de energía, de longitud de onda diferente e inocua para la piel. Se trata de moléculas de estructura electrónica resonante; los más conocidos son derivados de: ác. Para-amino benzoico (PABA), ác. Cinámico, ác. sinfónico, alcanfor (protección UV B), benzofenona, dibenzoilmetano (protección UV-A)
  2. Físicos: no reaccionan químicamente con la radiación solar, pueden ser dióxido de titanio, óxido ferroso, óxido de zinc, entre otros.

A los niños no se les recomiendan los fotoprotectores por vía oral, tales como Femblock® o té verde, ya que los betacarotenos de la dieta no son suficientes  para evitar una quemadura solar.

Factor de protección solar (FPS)
El FPS es un índice del tiempo que podemos exponernos al Sol sin riesgo de quemadura

  • Sin protección – 10 min
  • Factor 6 – 60 min

Es muy importante que el filtro solar permanezca sobre la piel y no se diluya con el sudor  o el agua, para que siga actuando. Además, tomemos en cuenta que se inactiva progresivamente al reaccionar con la radiación solar y/o resolana. Esto se mide por su capacidad de resistencia al agua y se obtiene con la inclusión de ciertos derivados acrílicos en la formulación, por ejemplo, siliconas.

Contamos con filtros sin resistencia al agua y con resistencia de dos tipos:

  1. Resistente al agua o water-resistant: cuando el fotoprotector no ha perdido su capacidad protectora (su FPS) tras dos periodos de 20 minutos de natación continua.
  2. Muy resistente al agua o waterproof: cuando supera los cuatro periodos de inmersión de 20 minutos es decir, 80 minutos. Es importante saber que una sola aplicación de un filtro muy resistente al agua no dura todo el día; únicamente 80 minutos.

Es esencial que revisemos bien los productos que utilizamos y no nos dejemos sorprender, debemos asegurarnos que hayan sido aprobados por alguna de las metodologías de medición para FPS UVB y UVA por ejemplo: ISO 24442:2011 In vivo determination of sunscreen UVA protection, Colipa 2011 Method for in vitro determination of UVA protection o ISO24443:2012 In vitro determination of UVA protection.

Aplicación de los fotoprotectores
Estos deben aplicarse en casa, nunca en la playa o en la piscina, sobre la piel bien seca, 30 minutos antes de la exposición al sol; se debe aplicar el producto en capa uniforme sobre la piel.

¿A qué tipo de protección antisolar o fototipo pertenece tu piel?
Fototipo I: piel blanca lechosa, ojos azules y con pecas. Esta piel se quema intensamente y no se pigmenta. Se recomienda ultra protección.
Fototipo II: piel clara, cabello rubio o pelirrojo, ojos azules y pecas. Estas pieles sufren quemaduras intensas; se pigmentan  poco. Se recomienda ultra-máxima protección.
Fototipo III: piel morena clara que se quema moderadamente y se pigmenta. Se recomienda máxima–extra protección.
Fototipo IV: piel morena oscura, el cabello y ojos oscuros. Estas pieles se queman moderada o mínimamente y se pigmentan fácil. Se recomienda fotoprotección moderada.
Fototipo V: piel negra. Estas pieles no se queman nunca, se pigmentan intensamente y presentan reacción de pigmentación inmediata. Se recomienda una fotoprotección mínima.

Dr. Alejandro García Vargas
Dermatólogo y dermatólogo pediatra
Tel. (33) 3171 – 4894
alex_garciaderma@hotmail.com

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