Las alteraciones vasculares cutáneas están representadas por dos grandes grupos de lesiones: los hemangiomas y las malformaciones vasculares.
El hemangioma infantil es una proliferación benigna del tejido vascular y constituye el tumor más frecuente del periodo neonatal, puede presentarse en cualquier parte de la piel o de las mucosas (boca y genitales), su importancia radica en que una gran mayoría aparecen en la cara y provocan problemas estéticos, además de lesiones de tamaño extenso que a menudo comprometen estructuras profundas asociándose a alteraciones funcionales.
Los hemangiomas ocurren en 1% o 2% de los recién nacidos vivos. Las malformaciones de los vasos capilares de la piel aparecen como manchas rojas, que constituyen el 90% de todas las alteraciones congénitas vasculares.
La causa de las alteraciones vasculares es poco conocida.
Generalmente no están presentes al nacimiento, la mayor parte (88%) aparecen en los primeros días o semanas de vida. Inician como una pequeña lesión enrojecida o violácea elevada sobre la piel, la cual continuará creciendo hasta alcanzar su máximo desarrollo en seis a ocho meses después. Su crecimiento se detiene espontáneamente y, de ahí en adelante, iniciara su involución y remitirá entre los tres a siete años de edad.
Las lesiones pueden ser de distintos tamaños, desde milimétricas o abarcar grandes áreas bien delimitadas o irregulares; su color es rojo-azuladas, se pueden localizar a nivel cutáneo (rojas), subcutáneo (azulado) o cutáneo-subcutaneo. Suelen localizarse sobre la cara en el labio y la mucosa oral, pero también, pueden afectar otras áreas de la piel (espalda, región genital, extremidades); la gravedad es variable.
El reconocimiento de la enfermedad ha facilitado, tanto a dermatólogos como a los padres, a una elección terapéutica, bien fundamentada, bajo los siguientes objetivos:
- Prevención de complicaciones funcionales
- Tratamiento de ulceraciones de los hemangiomas
- Prevención de deformidades permanentes
- Reducción del sufrimiento psíquico de los pacientes y de sus padres
Tratamiento
Anteriormente, el tratamiento era esperar su involución. Actualmente, se recomienda comenzar con el tratamiento precoz de las lesiones iniciales pequeñas, sobre todo en zonas de riesgo y de crecimiento rápido. Las posibilidades terapéuticas pueden ser: láser de anilinas, crioterapia, propranolol vía oral; en casos resistentes al tratamiento o graves, tratamiento sistémico con corticoides, interferón alfa, quirúrgico o embolización.
El tratamiento con láser en los hemangiomas es eficaz. El láser colorante pulsado es considerado el “gold standard” para el tratamiento de las lesiones vasculares en la edad infantil y adulta. La luz emitida por este equipo es absorbida específicamente por los vasos sanguíneos para hacer que se colapsen y sean menos visibles.
El láser colorante pulsado emite una luz a una longitud de onda fija; no es un tipo de radiación como la radioterapia que se utiliza para el tratamiento de algunas enfermedades, por lo tanto, el láser colorante pulsado no produce cáncer.
La respuesta al láser en edades tempranas es muy satisfactoria. En casos graves, la combinación con propranolol es lo ideal. Lo más recomendable, es una valoración lo antes posible con un especialista para que determine el momento más oportuno para empezar con dicho tratamiento.
Dra. Ileana E. Arreola Jáuregui
Dermatóloga y Cirujana Dermatóloga
(CED.5721289)
Dermacenter
Dermatología Cirugía Cosmética Laser
Rubén Darío 1208 Col.Providencia
Tel. 1202 4416 / 12024414
dra.arreola@gmail.com
www.dermacentermx.com