El carcinoma basocelular (CBC) es el tipo de cáncer de piel más común. La exposición a la radiación ultravioleta (UV) es el factor de riesgo más importante, sin embargo, otros factores de riesgo incluyen la exposición crónica al arsénico, la radioterapia, la terapia inmunosupresora a largo plazo y algunos síndromes.
La mayoría de los CBC ocurren en la cara, en frecuencia de aparición sigue el tronco y sólo rara vez aparecen en áreas como el pene, la vulva o la piel perianal. Los médicos dermatólogos frecuentemente hacen el diagnóstico con el examen clínico y con el apoyo de un dermatoscopio; sin embargo, en ocasiones, se propondrá la toma de una biopsia para conocer más características del tumor y de este modo elegir el tratamiento más apropiado, el cual debe individualizarse a cada paciente. La evaluación del riesgo de recurrencia de la lesión es el paso más importante en la elección del tratamiento para CBC. Los tumores que carecen de características clínicas o patológicas agresivas tienen menos probabilidades de reaparecer que las lesiones con características más agresivas.
El manejo excesivamente agresivo de los CBC con bajo riesgo de recurrencia puede ocasionar inconvenientes para el paciente y aumentar los costos. Por el contrario, el tratamiento inadecuado de las lesiones con características agresivas favorece la recurrencia.
Existen opciones quirúrgicas y no quirúrgicas para el tratamiento del CBC. La escisión quirúrgica generalmente se recomienda como terapia de primera línea para el CBC con bajo riesgo de recurrencia. Los enfoques alternativos pueden ser apropiados en algunos pacientes, en función de lo siguiente:
- Localización del tumor.
- Factores relacionados con el tumor (lesiones superficiales vs profundas, lesiones únicas vs múltiples, entre otros).
- Factores relacionados con el paciente (edad, inmunosupresión, presencia de otras enfermedades, etc).
- Consideraciones cosméticas y funcionales.
- Disponibilidad de técnicas o especialistas específicos (cirujano dermatólogo o plástico).
- Eficacia y costos de las opciones de tratamiento.
Los factores relacionados al paciente son importantes en la selección del tratamiento. Las limitaciones que afectan la capacidad de los pacientes para tolerar la cirugía, cuidar las heridas, aplicar terapias tópicas o regresar para el seguimiento deben considerarse para la elección del tratamiento.
Dentro de las opciones quirúrgicas se encuentra la cirugía micrográfica de Mohs (CMM), la cual es una técnica quirúrgica especializada que aumenta el control de los márgenes tumorales y minimiza la cantidad de tejido normal o sano que debe quitarse. Permite la evaluación del 100% de los márgenes al momento del procedimiento con lo cual se asegura el retiro completo. Generalmente, se reserva para lesiones que tienen características asociadas con un riesgo elevado de recurrencia y para situaciones en las que el ahorro de tejido es importante.
Para los pacientes que no son candidatos o prefieren evitar la cirugía, las terapias de segunda línea incluyen las tópicas (algunos medicamentos como imiquimod, fluorouracilo, entre otros), la criocirugía, el legrado y electrodesecación, la terapia fotodinámica, láser o radioterapia. La elección depende de la experiencia del médico tratante, preferencias del paciente y principalmente de las características de las lesiones (resultado de la biopsia, localización en el cuerpo, entre otras); es importante enfatizar, que no todas las lesiones se podrán tratar con opciones no invasivas.
El pronóstico para la mayoría de los pacientes con CBC es excelente. Estas lesiones son típicamente de crecimiento lento y la enfermedad metastásica es muy rara. Aunque la mortalidad asociada es baja, estos cánceres pueden provocar problemas significativos como desfiguración y destrucción considerable de la piel, el cartílago e incluso de los huesos, así como ulceraciones, creando problemas de cuidado de heridas. Es muy importante que el diagnóstico y tratamiento sea realizado por profesionistas entrenados y con conocimiento en oncología cutánea para garantizar el retiro completo, elegir la mejor opción de tratamiento y disminuir riesgos asociados. Siempre es necesario un seguimiento después del tratamiento para evaluar los efectos del mismo, detectar recurrencias y nuevos cánceres de piel.