Los dermocosméticos son productos cosméticos que contienen ingredientes activos, cuya eficacia se ha demostrado a través de investigación
científica. Pueden encontrarse en farmacias y clínicas dermatológicas. A pesar de no ser productos que requieren receta médica, deben ser recetados por un especialista ya que su eficacia dependerá de factores como: tipo de piel, estilo de vida y sensibilidad a los ingredientes.
Dermocosméticos bio, eco u orgánicos
Estos tres términos tienen el mismo significado. Es sólo una cuestión de tendencia en cada país. Se trata de productos cosméticos con una alta concentración, generalmente un 95% en ingredientes naturales junto con ingredientes permitidos por las certificadoras en menor concentración.
En bastantes cosméticos se observa la palabra BIO acompañada de un *. Este (*) hace mención a los ingredientes procedentes de la agricultura ecológica. En la gran mayoría de los casos, el resto de ingredientes suelen ser ingredientes no permitidos. El mensaje hacia el consumidor es claro, el producto es “BIO”. Los conservadores más utilizados y aceptados por las certificadoras naturales son: Benzyl Alcohol, Caprylyl Glycol, Glycerin, Benzoic Acid, Sorbic Acid, Dehydroacetic Acid, Sodium Benzoate, Potassium Sorbate, entre otros. Ahora bien, la presencia de estos no indica que el cosmético sea natural.
Dermocosmética vegana
La premisa de ésta es que sean productos sin ingredientes procedentes de animales ni productos generados por ellos, como pueden ser la miel o la cera de abeja. Cabe esperar que el producto sea “natural” pero en realidad puede no serlo y cumplir la premisa principal.
¿Natural igual a inocuo? Todos los productos cosméticos que se comercializan, independientemente de ser naturales o no.
Ningún producto está exento de provocar alguna pequeña irritación, ya que la piel puede reaccionar a cualquier componente existente en el producto. Es más, el cosmético que habitualmente utilizamos nos puede provocar algún tipo de reacción en algún momento y no por eso el producto es “tóxico” o “perjudicial para la salud».
Es por ese motivo que, ante la duda frente a un cosmético, se debe realizar una pequeña prueba en la parte interna de la muñeca o en el pliegue del brazo. Si se observa alguna pequeña alteración en la piel, se recomienda no utilizar ese cosmético y lo ideal es acudir siempre con el médico especialista ya que es el único que sabrá el producto ideal y específico para ti.
Dra. Iara Stephianie Zaldo Rolón
Medico Cirujano
(CED. PROF. 9367780)
Dermacenter