El cuello y el escote es una prolongación de la cara, es considerada una de las zonas donde más se nota el paso del tiempo y es por ello que le debemos dedicar una especial atención.
La piel de esta zona resulta muy vulnerable porque no posee un buen sostén muscular anatómicamente. En esta área encontramos un músculo superficial que desciende desde la mandíbula hasta las clavículas, músculo llamado platisma; su función es bajar el labio inferior y al no estar conectado con alguna estructura ósea va perdiendo elasticidad.
Por otro lado, la piel que cubre al músculo es más delgada que el de la cara, tiene menos glándulas sebáceas y menos cantidad de grasa, haciéndola más vulnerable a diversos agentes externos, lo que implica que aparezcan arrugas cruzadas en el escote. Posee también menos melanocitos (células productoras de melanina, el pigmento que da color a la piel y la protege de los rayos ultravioletas del sol), provocando que aparezcan los clásicos lentigos solares (pecas y manchas cafés) causadas por acción del sol y a la falta de protección solar.
Su fragilidad se manifiesta con una pérdida temprana de humedad, las fibras elásticas se van rompiendo, se altera la microcirculación y, todo ello, provoca que aparezcan las arrugas en collar o “anillos de Venus” y el descolgamiento del contorno facial.
Otro problema frecuentemente manifiesto en esta área es la presencia de fibromas laxos comúnmente mencionados como “verrugas del cuello”, su origen va relacionado a la genética así como a la obesidad, resistencia a la insulina y embarazo. Otras neoformaciones comunes en esta área son los “nevos rubís” conocidos como “cabeza de venas” o lunares rojos, los cuales crecen algunos milímetros pero pueden sangrar en caso de rascarlos o traumatizarlos accidentalmente.
Los primeros signos de envejecimiento comienzan a partir de los 30 años y es agravado cuando existen importantes cambios de peso. Por lo tanto los cambios que se presentan en el proceso de envejecimiento del cuello y escote están relacionados con manchas, verrugas, depósito de grasa, laxitud muscular y pobre tonicidad de la piel.
Es necesario determinar si se debe a cambios en masa, piel o ambas y cada aspecto deberá ser tratado de forma específica.
Tratamientos tópicos
Se deben aplicar cremas específicas para el cuidado del cuello y escote, inclusive pueden ser algunas cremas que se utilizan en el rostro, siempre y cuando sean sugeridas por el dermatólogo, debido a que en esta zona es común las irritaciones. Las cremas deben contener altos porcentajes de humectantes, emolientes y reafirmantes. En caso de presencia de manchas el especialista sugerirá algunos despigmentantes; la aplicación deberá ser con masaje suave de abajo hacia arriba. Se sugiere además, utilizar protector solar y evitar la radiación solar directa.
Es importante poner atención a las posturas que tomamos durante el día, no mantener la cabeza agachada mucho tiempo y tratar de iniciar el sueño boca arriba.
Durante el baño, utilizar dermolimpiadores suaves y no tallar con esponjas y estropajos.
Uso de la tecnología
- Electrofulguración: Técnica ideal para retirar los fibromas laxos “verrugas” se realiza por el dermatólogo, es importante no recurrir a productos anunciados en la televisión ya que sólo pueden quemar la piel.
- Luz pulsada intensa: Técnica ideal para eliminar manchas y pequeñas venitas, tratamiento seguro y eficaz para unificar el tono de la piel.
- Plasma rico en plaquetas: Tratamiento realizado por el especialista el cual aporta luminosidad y tersura a la piel por estimulación del colágeno.
- Mesoterapia con ácido hialurónico: Estimula la actividad de los fibroblastos mejorando la regeneración, la hidratación cutánea y la flacidez, dando luminosidad a la piel.
- Microdermoabrasión: Técnica realizada con puntas de diamante en donde se realiza una exfoliación de células muertas, reduciendo o mejorando llamativamente y de una manera muy marcada la superficie de la epidermis, se puede realizar sólo o combinarlo con algunos peelings a baja concentración.
- Láser CO2 fraccionado: Tratamiento que mejora textura, tensión y color de la piel del escote, eliminando manchas y arrugas, estimula colágeno y elastina. Es el tratamiento más rápido y duradero que existe.
- Radiofrecuencia: Técnica que utiliza esta energía para elevar temperatura de las fibras de colágeno generando una retracción y reacomodo de su estructura reflejado en firmeza del tejido cutáneo ideal para flacidez de leve a moderada.
Para concluir podemos darnos cuenta que el cuello y el escote son zonas de nuestro cuerpo que todos los días mostramos, su salud y vitalidad son necesarias. Afortunadamente existen una serie de tratamientos que pueden ayudar a las y los pacientes a lucir sanos y radiantes, sin importar la edad.
Dra. Ileana E. Arreola Jáuregui
Dermatóloga y Cirujana Dermatóloga (CED. 5721289)
DERMA CENTER
Dermatología Cirugía Cosmética Laser
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una sesion de carboxiterapia dura entre 30 y 60 minutos, con resultados buenos, aunque solo sirve para tonificar la piel, no es para bajar de peso.