La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual, causada por la bacteria Treponema pallidum. Tiene una gran variedad de manifestaciones en el cuerpo, entre ellas en la piel, por lo que se le ha nombrado “la gran simuladora” ya que se puede parecer o confundir con otras enfermedades.
La forma más común de presentación es una úlcera en el sitio de inoculación, que comúnmente es en el área genital. En ocasiones, cuando una persona tiene el sistema de defensas bajo y se infecta por sífilis, pueden aparecer varias úlceras a la vez, sin embargo, esto sería de aparición rara.
Por otro lado, también en personas con el sistema inmunológico comprometido, esta úlcera, conocida como “chancro” se puede observar en localizaciones poco usuales como por ejemplo en el dorso de la lengua e incluso se han visto en las manos.
Pueden aparecer manchas de color generalmente café o rojas, que pueden o no ocasionar comezón, a lo largo de todo el cuerpo y que también afectan palmas y plantas.
En estadios avanzados, también pueden aparecer lesiones en la piel que simulan ronchas, ampollas muy pequeñas y que pueden ocasionar mucha comezón o pueden estar en constante descamación. Otras veces, se observan lesiones que pueden fácilmente ser confundidas con procesos infecciosos e incluso enfermedades como lupus y en cuyos casos, la única manera de llegar a un diagnóstico certero es mediante estudios y exámenes avanzados, tanto sanguíneos como tomando una biopsia del sitio afectado.
La sífilis, también puede afectar el pelo, ocasionando caída de pelo y finalmente una cicatriz, lo que se conoce como alopecia cicatricial. Por este motivo, es importante el diagnóstico temprano, tanto para la eliminación del proceso infeccioso, como en el caso de la piel cabelluda, para la preservación del folículo y aumentar la posibilidad de recrecimiento de pelo.
En algunos pacientes, algo más común en inmunocom- prometidos, por ejemplo coinfectados por VIH que tienen mal control o cuyo sistema inmunológico no se encuentra funcionando completamente, puede ocurrir un episodio conocido como sífilis maligna, se considera una situación grave y suele acompañarse de fiebre, dolor de cabeza, pérdida de peso, malestar general, ganglios inflamados y lesiones distribuidas por todo el cuerpo, similares a úlceras o al “chancro” inicial.