Actualmente, existe una gran variedad de procedimientos para el tensado de la piel debido a que muchos pacientes no desean someterse a un proceso quirúrgico o simplemente no son candidatos. En la última década, se han popularizado dispositivos no invasivos de radiofrecuencia y láseres infrarrojos cuyo objetivo es liberar energía térmica controlada a la dermis, estimular la formación de colágeno y con esto lograr un efecto moderado de tensamiento del tejido con mínima recuperación.
En 2009, se introdujo el ultrasonido microfocalizado, dispositivo que genera una lesión térmica controlada dirigida a zonas específicas y a profundidades mayores que las tecnologías mencionadas. Las ondas de ultrasonido penetran el tejido y generan vibración en las moléculas en el sitio del foco del haz. La fricción entre las moléculas de tejido produce calor y daño térmico. El calor generado desencadena el inicio de la cascada de reparación de tejidos en múltiples niveles con remodelación de colágeno en la que el resultado es un efecto tensor de la piel. Otro punto de acción es a nivel del sistema musculoaponeurótico superficial (SMAS). La capa SMAS está compuesta de colágeno y fibras elásticas similares a la capa dérmica de la piel, sin embargo tiene propiedades más duraderas y menos relajación retrasada después del procedimiento.
EL CANDIDATO IDEAL
• Pacientes que no desean estiramiento facial quirúrgico.
• Laxitud o flacidez cutánea leve a moderada.
• Los pacientes más jóvenes tienen más probabilidades de tener un buen resultado, ya que presentan una respuesta más vigorosa de curación de la herida a la lesión térmica.
NO CANDIDATOS
• Pacientes con exceso de fotodaño (daño cutáneo por el sol).
• Fumadores intensos (ya que su capacidad de crear colágeno en respuesta a la lesión térmica puede ser inadecuada.
CONTRAINDICACIONES ABSOLUTAS
• Infección activa o piel abierta en el sitio de tratamiento.
• Acné quístico.
• Embarazo.
CONTRAINDICACIONES RELATIVAS
• Condiciones médicas y/o medicamentos que alteren la cicatrización.
• Pacientes con expectativas poco realistas.
• Pacientes con marcapasos o desfibriladores.
ÁREAS A TRATAR
• Frente, cejas, área orbital lateral, mejillas, cuello y escote.
ANTES DEL TRATAMIENTO
• Interrumpir el uso de productos tópicos para el cuidado de la piel, como los retinóides tópicos, alfa y beta hidroxiácidos, apróximadamente 2 semanas antes del tratamiento.
• No aplicar cremas, lociones, polvos y bases el día del procedimiento.
PROCEDIMIENTO
• El número de disparos depende de la dimensión de la cara del paciente y varia de 600 a 800 líneas.
• El dolor dependerá de cada paciente. Generalmente no se requiere de anestesia. Se pueden utilizar medicamentos ansiolíticos y analgésicos previos al procedimiento.
RESULTADOS
• El proceso de formación de nuevo colágeno requiere un tiempo promedio de 3 meses por lo que no se apreciarán resultados inmediatos.
VENTAJAS
• Visualización directa de la dermis y estructuras subcutáneas antes del tratamiento, que agrega un nivel adicional de seguridad.
• Seguro para todo tipo de pieles.
• Rápida recuperación.
• No hay daño epidérmico.
• No se requiere de cuidados especiales.
CUIDADOS POSTERIORES
• Si el paciente lo desea, puede aplicar compresas frías para disminuir el edema o hinchazón.
• Los pacientes pueden regresar inmediatamente a sus actividades habituales.
• Los regímenes médicos para el cuidado de la piel pueden reanudarse una semana posterior al tratamiento.
EFECTOS ADVERSOS
• Eritema o enrojecimiento el cual mejora generalmente en las primeras horas.
• Edema o hinchazón del área tratada 2 a 3 días después del tratamiento.
• Dolor moderado de 7 a 10 días después del tratamiento.
• Moretes que son mínimos y no persistentes.
• Líneas estriadas en la piel que se resuelven espontáneamente dentro de pocas semanas.
• La complicación más preocupante y extremadamente rara es la paresia del nervio motor facial que ocurre dentro de las primeras 12 horas después del tratamiento, probablemente secundario a la inflamación nerviosa. La resolución completa es esperada en 2 a 6 semanas.
Esta tecnología ha sido adaptada específicamente para tensar y levantar la piel con poca recuperación o riesgo de complicaciones. Sin embargo, es importante mencionar que los procedimientos menos invasivos están históricamente asociados con una eficacia inferior, de modo que la cirugía sigue siendo el tratamiento de elección para abordar la laxitud tisular moderada a severa. Consulta con tu médico si este procedimiento es indicado para ti.