Cada año millones de personas desarrollan algún tipo de cáncer de piel, incluso en ciertos países se trata del tumor maligno más frecuente.
Se trata de un grupo de enfermedades que tienen en común el crecimiento descontrolado de células de la piel anormales, que en algunos casos puede invadir tejidos profundos u órganos a distancia.
Cualquier persona es susceptible a su aparición, aunque corren un mayor riesgo individuos mayores de 50 años, que tengan piel clara y quienes por actividades laborales o recreativas han tenido exposición prolongada a la radiación ultravioleta proveniente del sol.
Carcinoma basocelular
Es la forma más frecuente de cáncer de piel, ocupando el 70% de los casos, se considera de baja malignidad y lenta evolución.
Tiene una predilección por la cara, ya que se encuentra en esa zona en el 94% de las veces. Aparece como un crecimiento ligeramente elevado, del color de la piel, rosado, perlado o en ocasiones con zonas de color oscuro.
Carcinoma epidermoide
Es el segundo tipo de tumor maligno cutáneo en orden de frecuencia. Puede aparecer de forma espontánea o bien estar precedido por una lesión premaligna llamada queratosis actínica, las cuales son pequeños crecimientos aplanados y ásperos. Se genera en el 80% de las veces en la cara, y un 20% en las extremidades. Una vez desarrollado el cáncer se observa como un crecimiento duro, escamoso, elevado y en ocasiones ulcerado. Cobra relevancia que esta lesión tiene la posibilidad de generar metástasis principalmente a ganglios linfáticos.
Melanoma
Es la forma de cáncer de piel más peligrosa, representa el 9% de los casos. Se genera a partir de los melanocitos, células que dan el color a la piel.
Este tumor tiene un importante componente genético, por lo que familiares de personas con melanoma tienen un riesgo mayor.
Este cáncer agresivo se localiza sobre todo en extremidades inferiores y se observa como una lunar oscuro. Para identificar lesiones sospechosas de manera temprana nos es de utilidad el ABCDE del melanoma; en donde A significa asimetría, que una mitad de la lesión es diferente de la otra, B de borde irregular, C de múltiples colores, D de diámetro mayor a 6mm, E de evolución, ya sean cambios en forma, color o tamaño.
Diagnóstico
El dermatólogo se apoya de la exploración física completa, evaluación con dermatoscopia (equipo con aumento y luz especial), el estudio al microscopio de fragmentos del tumor y en ciertos casos se deberán realizar estudios de imagen.
Tratamiento
Con diagnóstico temprano y tratamiento apropiado, el cáncer de piel es curable.
La cirugía es el estándar de oro para su manejo, ya que nos permite retirar la lesión y asegurarnos que se ha extirpado el tumor por completo.
En pacientes seleccionados se optará por tratamientos no quirúrgicos como nitrógeno líquido, radioterapia, quimioterapia, entre otros.
Prevención
Afortunadamente contamos con medidas efectivas de prevención como buscar la sombra de 10:00 a.m. – 4:00 p.m., evitar quemaduras solares y camas de bronceado, uso regular de protector solar y realizar autoexploraciones periódicas.
Dr. Juan Enrique Paniagua Santos
Dermatólogo
(CED.7715724)
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