La adolescencia es una etapa llena de cambios en el ser humano. Llegan a nuestras vidas nuevos ideales, estamos llenos de energía para alcanzar nuestras metas y vivir miles de experiencias nuevas. En el camino que recorremos hacia el descubrimiento de nosotros mismos, nos encontramos con muchos miedos. Miedo de no ser aceptados en la sociedad, de ser criticados, de no encajar. Esto nos llena de inseguridades que influyen negativamente en nuestra autoestima.
Uno de los factures que más inseguridad nos provoca es el acné. Este padecimiento deja importantes secuelas físicas y psicológicas que hacen más difícil afrontar esta etapa de la vida. Fernanda, de 19 años de edad, nos platica su experiencia con el acné y cómo, al recuperarse de esta enfermedad, recuperó la confianza en ella misma.
1.- Fernanda, platícanos a qué edad comenzaste a presentar acné
Pues desde la secundaria, empecé a tener los brotecitos pero pensaba que era normal por la adolescencia y los cambios hormonales. Me compraban cremas pero nunca fui con un doctor, siempre eran jabones que veíamos en la tele. Cuando entré a la prepa también tenía brotes pero no era tan fuerte, además comencé a usar maquillaje entonces me los cubría un poquito. Pero ya a mediados de prepa tenía más brotes, generalmente me salían muchos en la frente y en la barbilla.
2.- ¿Qué te hizo tomar la decisión de ir con un especialista?
Cuando entré a la universidad fue cuando una de las pacientes del doctor Gabriel Huerta, le recomendó a mi hermana que yo fuera. Fui porque ya estaba en un nivel muy avanzado la verdad. Aun así fui a tiempo, el doctor me dijo que sí era severo pero no tanto, todavía se podía hacer algo. La paciente que nos recomendó al Doctor Gabriel nos mostró unas fotos de su hijo; nos comentó que era muy bueno y vimos los cambios. En mi familia me dijeron que ya no hiciera desidia y me llevaron.
3.- Antes de acudir con el doctor Gabriel, ¿te sentías mal contigo misma por tener esos brotes en tu cara?
Pues sí, al principio me decía la familia que seguro era la adolescencia, que cuando pasara ya no iba a tener. Pero yo nunca salía sin maquillaje, me costaba mucho que me vieran así, me daba muchísima pena.
4.- ¿Cómo te sentiste con la decisión de dar este paso para tratarte con un especialista?
La verdad al principio me dio miedo porque me habían dicho que si estabas en tratamiento no te podias maquillar y me daba muchísima inseguridad, yo decía “¿cómo voy a estar sin maquillarme?”. Cuando el doctor me trató yo estaba muy triste, me afectaba mucho; él me dijo que sí me podía pintar y si podía traer maquillaje y pues ya, de ahí empecé.
5.- Entonces, finalmente sí pudiste continuar maquillándote
Sí, me recetó uno especial que es dermatológico y comencé a usar ese para taparme el acné que tenía al principio, sólo me tapaba lo rojo pues aún tenía las bolitas. Ya como a los seis meses vi muchísima mejoría.
6.- ¿Qué te dijo el doctor acerca de tu padecimiento? ¿A qué se debe?
Primero me mandó a hacer un eco y resultó que tenía quistes en los ovarios, a eso se debía. Me dio un tratamiento anticonceptivo para reducir los quistes y me dio antibiótico para controlar el acné. Sí me dijo que tenía acné severo pero también me dijo que todavía estaba a tiempo de tratarme sin que me quedaran cicatrices. Yo me sentí muy cómoda con el doctor, siempre es muy muy amable, me brinda mucha confianza.
7.- ¿En qué consistió tu tratamiento?
Pues empecé con muchísimas cremas, además de las pastillas. La crema limpiadora, una para la noche, el bloqueador y así. Al principio iba cada quince días a consulta. Después de seis meses, tenía cita cada mes. Al principio me inyectaban en los brotes y, conforme iba avanzando, me ponían luz pulsada también. Cuando me dejaron de salir granitos me hizo un tratamiento que se llama anilina, que consistía en darme toques en la cara y es para las manchas rojas. El último procedimiento que me hizo fue un peeling para quitar cicatrices y células muertas.
8.- ¿Cuánto te llevó hacer todo el tratamiento?
Casi un año. Aún sigo yendo a cita cada mes pero ya me siento muy recuperada.
9.- ¿Se han reducido los productos con los que comenzaste?
Sí, ya se redujeron. Ya sólo utilizo un jabón para la cara, un gel nocturno y el bloqueador.
10.- ¿Te fue difícil conservar el hábito de cuidarse la cara?
Al principio sí porque era muy desidiosa, pero me veo como estoy ahora y no quiero volver a estar como antes, entonces me cuido mucho.
11.- ¿En qué consisten los cuidados diarios que debemos tener con nuestra cara?
Lavarse la cara en la mañana y en la noche, usar bloqueador cada cuatro horas. Desmaquillarse siempre antes de dormir. No utilizar cualquier producto, sino maquillaje dermatológico.
12.- ¿Qué te comenta tu familia de este cambio?
Estan muy felices, me dicen que la piel se me ve muy bonita y diferente. Todos estamos muy agradecidos con el doctor. Es más que un doctor, es muy buena persona, se preocupa mucho y siempre estuvo ayudándome.
13.- Ahora que estás recuperada, ¿cómo te sientes contigo misma?
Me siento muy bien, yo le agradezco muchísimo al doctor porque sí me cambió mucho. Simplemente ya dejo que me familia me vea sin maquillaje. Yo me siento feliz la verdad.
Lic. Gabriela Castillo