Los tumores en la piel cabelluda de cabeza, pueden representar un reto médico debido a: la anatomía de la región que les confiere características especiales, la dificultad en su visibilidad (por el pelo) y la exposición a agentes externos (tintes del pelo, tratamientos capilares, etc.)
De todos los tumores de la piel, aproximadamente el 2% se van a encontrar en esta localización. Pueden estar presentes desde el nacimiento o aparecer a lo largo de la vida de una persona y se originan de las diferentes estructuras anatómicas presentes en esta región.
Debido a la presencia del pelo, dependiendo del tamaño y de las características de cada lesión, pueden pasar desapercibidas durante mucho tiempo. También pueden ocasionar síntomas como dolor, crecimiento, sangrado, molestias al momento del peinado, entre otras. Se presentan de forma individual o múltiple y en ocasiones se asocian a ciertos síndromes en los cuales existen otros hallazgos relacionados.
Se pueden encontrar una gran variedad de tumoraciones, tanto benignas como malignas. Dentro de las benignas se encuentran las queratosis seborreicas, diferentes tipos de nevos (o comúnmente conocidos como lunares), quistes, entre otras. De las lesiones benignas, en los adultos, los quistes son los más frecuentes, representando hasta el 50% de ellas. Hay de diferentes variedades como los triquilémicos, dermoides, epidérmicos y se requiere del análisis microscópico para poder confirmar el tipo de quiste. En la edad pediátrica, la mayoría de las lesiones (> 98 %) son benignas, siendo el nevo sebáceo la más frecuente.
Los tumores malignos se presentan en esta región en aproximadamente 1 a 2% de los casos, los más frecuentes son el carcinoma epidermoide y el carcinoma basocelular, pero también se pueden encontrar otras tumoraciones de origen maligno como melanoma, metástasis, etc. La exposición a la luz ultravioleta se considera un factor de riesgo importante para el desarrollo de lesiones malignas en esta zona, sobre todo cuando existe poca cantidad de pelo o pérdida del mismo debido a rasgos personales o a ciertos tipos de alopecia, motivo por el cual, la protección solar en esta región, también es necesaria e importante.
Cuando se observa o encuentra alguna lesión en la piel cabelluda, es necesario acudir a valoración por un dermatólogo certificado, quien realizará una evaluación integral, y de acuerdo a la presentación en cada persona y a los hallazgos que observe en las lesiones, podrá orientar algún diagnóstico, indicar si es necesario realizar algún estudio para su abordaje o confirmación y sugerir el retiro e incluso su vigilancia.