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Una vida mejor, sin “Manchas en Vino de Oporto”

By 11 enero, 2018agosto 24th, 2023La Voz del Paciente

Paciente: Rosa María Jiménez

Las manchas en vino de oporto son una deformación capilar que daña la piel superficial desde el nacimiento de los pacientes. Se manifiestan en formas de manchas color rojo, rosa o en ocasiones púrpura que crecen en proporción al desarrollo de la persona.

Rosa María Jiménez nos da su testimonio sobre el camino que tuvo que recorrer para encontrar una solución a su padecimiento de mancha en vino. Con el tratamiento que le fue proporcionado por el Dr. Gabriel Huerta obtuvo grandes resultados para detener el crecimiento constante y las consecuencias de la enfermedad.

  1. ¿En qué momento supiste qué la mancha que tenías era Vino de Oporto?

Estuve mal diagnosticada desde un principio. Primero me dijeron que era hemangioma cavernoso, una segunda opinión señaló que era un hemangioma cavernoso plano. La mancha la tengo desde que nací y conforme pasaron los años, fue creciendo adoptando diferentes formas; gracias Dios, no deformó la nariz o el labio, pero se hacían como bombitas de las venas que provocaron que me cauterizaran cinco veces. En una ocasión, oprimí con mi anteojo una venita y fui de emergencia a consultorio para que me atendieran.

  1. ¿En qué zonas de tu cuerpo tienes Vino de Oporto?

Está la parte izquierda de la nariz, baja por el frente hasta la zona de entre la nariz y el labio. Se amplió hasta mi mejilla, la sien y el cuero cabelludo.

  1. ¿Cuándo fue que decidiste tratarte éste padecimiento?

Hace aproximadamente dos años empecé a sangrar de la nariz, eran sangrados abundantes, espontáneos, muy difíciles de detener. Entonces comencé a buscar opciones y fui con un doctor, me cambiaron las medicinas de la presión y termine con un otorrino que encontró el nódulo que estaba muy dentro de mi nariz; tuvieron que anestesiarme y quitarla, cuando analizaron el tejido encontraron mi hemangioma. Ese doctor quería mandarme a Carolina del Norte a un hospital especialista en esos problemas, pero mi angiólogo me decía que me esperara, que íbamos bien.

  1. ¿Te causaba algún tipo de incomodidad?

La incomodidad es que como son venas, en la época de adolescencia y vanidad, si yo me enojaba o me “chiveaba” porque veía al muchacho que me gustaba y se ponía más roja, me delataba y sí era molesto.

Cuando me casé y tuve a mis dos hijos, los embarazos ocasionaron una cabecita de vena; una salió en el puente de la nariz y la otra en el parpado, en ambas tuve que ir a que me cauterizaran, porque sangraban fácil y esas venas no coagulan como las demás. Era incomodo tanto emocional como físicamente.

  1. ¿Cómo supiste del Dr. Gabriel?

Cuando mi doctor anterior corto una vena, cerraron una de las tres que abastece o que irrigan la mancha roja, eso hizo que bajara mucho el tono y los nódulos, me quede con la inquietud de seguir buscando. Yo sabía que el Dr. Gabriel Huerta existía, pero no sabía su nombre, de casualidad fui a que me quitaran una verruga en el cuello y la dermatóloga me recomendó al Dr. Gabriel.

  1. ¿Qué te dijo acerca del padecimiento?

Me dijo que con cuatro sesiones iba a quedar bien, que lo mío era algo sencillo. Aunque tenía la mancha con algunos grumos o bolitas, gracias a Dios, no deformó la nariz, boca o cara. Soy educadora, tuve un alumno que se llamaba Rodrigo, su nariz crecía y su labio era media boquita bien y la otra más larga, falleció a causa de este problema porque no se atendió a tiempo.

  1. ¿En qué consistió el tratamiento?

Fueron disparos con láser de anilinas, se hacen sin anestesia y un poco molestos, pero nada fuera de lo normal, fue un dolor muy manejable. En una ocasión tuvieron que utilizar anestesia y electro para como quemar unas venitas, pero fue todo lo que le hicieron a mi cara y mejore.

  1. ¿Cuánto tiempo dura cada sesión?

Aproximadamente 25 minutos. Entraba al consultorio, hablaba con el doctor y 25 minutos después salía con la crema, y las indicaciones de cuidados que incluían 10 día de evitar el sol.

  1. ¿Cuánto tiempo duró tu tratamiento?

Han sido 4 sesiones, una cada seis semanas. Creó que esta ya fue la última, esperemos que no haga otra travesura mi cara. Tengo cita con el doctor en dos semanas más y determinará si me da alta o es necesario otro retoque. El Dr. Gabriel es muy profesional, me dijo las sesiones que iba a necesitar y fueron realmente las requeridas.

  1. ¿El resultado es permanente?

Imagino que como las venas que tengo en mi cara siguen moviéndose, pudieran por darnos alguna sorpresa. Pero haber detenido todos los nódulos que había sobre mi nariz y haber borrado esa mancha que por años fue un gran problema, es maravilloso.

  1. ¿Fue costoso?

Es accesible, el doctor nos dijo que eran cuatro sesiones con cargo; la quinta sesión es revisión sin costo. Lo que él dijo que iba a pasar en mi cara, sucedió; hicieron falta algunos detalles que ya arregló. El doctor es muy profesional, cumplió todo lo que dijo.

  1. ¿Qué comentarios te ha hecho tu familia sobre el proceso?

Mi mamá es la que está más contenta, la semana que yo nací se cayó sobre el estómago y toda la vida pensó que era su culpa que yo tuviera esa mancha en la cara, pensaba que era a raíz del golpe que sufrió; por más que le explicábamos,  seguía pensando lo mismo. Siempre tuvo la intención de llevarme a atender a Houston, con un doctor especialista, pero por diferentes razones no fue posible.

  1. ¿Cómo te sientes con los resultados y contigo misma?

Me siento muy contenta. Es muy padre mirarme al espejo y no tener que sacar el corrector verde para tapar lo rojo y luego poner el otro maquillaje. Ahora sólo me pongo mi protector solar.

  1. ¿Qué le dirías a las personas que tienen este padecimiento?

Yo les diría que se arriesguen. Ganas demasiado, pones un 1% o 2% y te llevas el 100%. Mi cara se ve muchísimo mejor y ya no siento dolor cuando el clima está frío o caluroso, es una ganancia tremenda. A mí me costó mucho dar con el doctor, porque me decían que en Guadalajara había alguien me podía ayudar a tratar el padecimiento, pero nadie me sabía dar la pista para a él. Y el día que menos lo esperaba, me lo dieron.


Lic. Gladis Verdugo

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