La vitamina D es una vitamina liposoluble que aunque es responsable de la homeostasis del calcio y la salud ósea es también un elemento importante para la salud de la piel, se presenta en dos formas principales: el Ergocalciferol (Vit. D2) y el Colecalciferol (Vit. D3), siendo esta última sintetizada en la piel.
La vitamina D se considera una hormona ya que no proviene solamente de fuentes exógenas (dieta y suplementos orales) sino que es producida a partir de la exposición cutánea a la radiación solar ultravioleta (exposición solar).
Una deficiencia de la vitamina D puede ser causada por un déficit de ingesta dietaria o cambios en la alimentación, por la edad avanzada (la piel pierde la capacidad para sintetizarla), por el miedo a tomar sol justificado por el riesgo de sufrir cáncer de piel o por el estilo de vida pasando más horas en lugares cerrados.
La vitamina D se ha implicado en la patogenia e incluso en el tratamiento de una gran variedad de enfermedades dermatológicas, se relaciona con la disfunción de la barrera epidérmica, ya que aumenta la producción de sustancias encargadas en la reepitelización e hidratación de la piel, por lo tanto niveles bajos de vitamina D provocarán pieles secas al alterar la barrera cutánea y no solo permitirán la entrada de alérgenos sino que facilitarían la inflamación, como lo que sucede en la Dermatitis Atópica, también actúa como disparador de la autoinmunidad como en la Psoriasis y el Vitíligo.
La vitamina D induce la expresión de determinados genes en el folículo induciendo la fase anagena del crecimiento del cabello siendo responsable de diferentes tipos de alopecia.
Los niveles saludables de Vitamina D puede ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel, a tener una piel hidratada y a evitar la caída de cabello ya que regula el ciclo del crecimiento del folículo piloso.
Para saber los niveles de vitamina D y la dosis de suplementos que se deben ingerir se debe visitar a su médico el cual le solicitara análisis de sangre midiendo el nivel de vitamina D (25 OH) dando un rango de déficit e insuficiencia.
Personas que deben evitar el sol por completo por alguna indicación especial deben incluir fuentes ricas de Vitamina D en la dieta y tomar suplementos de vitaminas.
Alimentos que contienen Vitamina D de forma natural son el pescado (salmón y atún), el queso y la yema de huevo e hígado.
Se puede tener una exposición solar controlada con el uso de protectores solares y aun así producir suficiente Vitamina D.
Enfermedades de la piel y Vitamina D
Dermatitis Atópica.
Vitíligo.
Psoriasis.
Acné.
Hidrosadenitis supurativa.
Ictiosis.
Alopecia.