El virus del papiloma humano (VPH) tiene una gran diversidad de presentaciones, debido en parte a que está conformado por más de 200 serotipos distintos. Entre las enfermedades que produce destacan las verrugas vulgares, el cáncer cervicouterino, las verrugas genitales y las de la región perianal.
El VPH es una familia de virus que invade epitelios y se divide en virus de bajo riesgo y alto riesgo, dependiendo de si tienen la posibilidad de producir cáncer. Las variantes que infectan la región perianal son por lo general virus de bajo riesgo, es decir, que producirán verrugas genitales y es muy baja la probabilidad de desarrollo de cáncer.
La vía de contagio es mediante relaciones sexuales, y el tiempo de que tarda entre el ingreso del virus y la aparición de lesiones es muy variable, va desde meses hasta años, es imposible determinar cuándo se adquirió.
Se presenta como lesiones asintomáticas, sobreelevadas, del color de la piel, rosadas o grisáceas; algunas veces con aspecto de coliflor o proyecciones puntiagudas en la superficie, que van desde los 2mm, pudiendo alcanzar hasta los 5cm o más cuando se fusionan varias lesiones.
El diagnóstico se obtiene con la exploración física, el dermatólogo será capaz de diagnosticar mediante la visualización del área afectada, siendo de utilidad el uso de aparatos de aumento como el dermatoscopio.
Es relevante la examinación interna, mediante una anoscopia para descartar infección en el canal anal. Solo en caso de dudas diagnósticas, pobre respuesta a los tratamientos o de sospecha de malignidad se pu- diera considerar la toma de una biopsia de la piel, pero esto solo se realiza en casos especiales.
Afortunadamente existe una vacuna para prevenir las verrugas de la región anal, genital, así como cáncer cervicouterino. Es el mejor método para evitar adquirir este virus. El preservativo puede disminuir ligeramente la infección, pero no elimina por completo la posibilidad, ya que pudiera contagiarse por el contacto de piel con piel.
Existen múltiples opciones para su tratamiento, ningún tratamiento es superior a otro, y la elección dependerá de varios factores entre ellos, el número de verrugas, el tamaño y la localización, edad del paciente, costo del tratamiento y experiencia del médico tratante.
Algunos regímenes son para uso en casa como es el caso de cremas con imiquimod, mientras que el retiro quirúrgico, nitrógeno líquido, ácido tricloroacético, electrofulguraciones o láser son realizados por el médico en el consultorio. En algunos casos se opta por combinaciones de procedimientos y medicamentos.
El seguimiento es indispensable, ya que en todas las modalidades existe riesgo de recidiva.