La rosácea es una afección común de la piel que causa enrojecimiento y vasos sanguíneos visibles en la cara, afecta de manera más común a las mujeres de mediana edad con piel clara.
Pueden presentar una amplia variedad de manifestaciones clínicas:
• Enrojecimiento (eritema).
• “Venas rojizas” o telangiectasias.
• Lesiones elevadas sobre la piel, incluso algunas con pus (pápulas o pústulas).
• Inflamación de la nariz o crecimiento de la misma (rinofima).
• Afección ocular (rosácea ocular).
Al ser una entidad altamente heterogénea, el tratamiento así mismo será muy amplio; por lo que en ocasiones son necesarios tratamientos tanto a base de farmacoterapia y/o intervención de tecnología de luz o láser. De igual manera hacer énfasis que existen ciertos exacerbantes de la enfermedad:
• Cambios de temperatura, especialmente los cambios bruscos de frío y calor.
• Alcohol y tabaco.
• Alimentos: picantes, chocolate, especias como la mostaza, lácteos.
• Exposición al sol.
Dentro de las intervenciones de tecnología se puede usar la luz pulsada, láser CO2 fraccionado y láser de colorante pulsado, también llamado anilinas; éste último combina las ventajas de láser y la luz pulsada y minimiza los inconvenientes de las dos tecnologías.
El láser y la terapia basada en la luz son eficaces para reducir el eritema y la telangiectasia en el tratamiento de la rosácea y la cantidad de sesiones, en cada paciente será variable para obtener el efecto deseado. Varios estudios confirman que los tratamientos con luz pulsada intensa y con láser de colorante pulsado son igualmente efectivos en el tratamiento de la rosácea, sin embargo dependiendo de las manifestaciones clinicas así como la severidad tu dermatólogo podrá sugerir una variación de tratamentos para conseguir el mejor efecto terapéutico.
Dra. Ilse Meyer Nava
Dermatóloga
(CED. prof. 8985949)
Dermacenter
ilse_meyer_n@hotmail.com