La pediculosis o piojos es un padecimiento causado por insectos del género pediculus que afecta a hombres y mujeres de cualquier raza y puede presentarse en cualquier estrato social, independientemente de la nutrición y la limpieza. La pediculosis de la cabeza es más frecuente en escolares, principalmente en niñas y es relacionado con el largo del pelo. También, hay pediculosis del cuerpo, que se da más en personas indigentes y pediculosis del pubis, que se da más por contacto sexual.
El piojo se adhiere a la piel o al pelo y se alimenta de la sangre que extraen; la saliva que inyectan produce las lesiones o ronchas. Las picaduras son indoloras y producen sensación de comezón intensa. El piojo tiene en las patas unas pinzas que se adhieren al pelo que le permiten caminar 23 cm por minuto y no brincar. Viven aproximadamente un mes., sin embargo, fuera del cuerpo humano su periodo de vida se reduce a sólo 12 horas o un máximo de 48. Los huevos o liendres tienen un desarrollo en ocho a diez días, antes de nacer. Por lo que se pueden encontrar en una persona docenas o centenas de liendres por cada diez piojos.
Existen varios tratamientos en shampoo, spray, geles y cremas con lindano, benzoato de bencilo, piretrinas naturales derivadas de flores de piretro y permetrina. También se encuentran las opciones del peine liendrero y el peine eléctrico, combinados con el uso de vaselina, y ácido acético. Los tratamientos pueden complementarse con ivermectina o trimetropin con sulfametoxazol vía oral ya que por el mal uso de shampoo y soluciones hay resistencia a los mismos. Por tal motivo, es recomendable consultar a un Dermatólogo. La mayoría de los tratamientos matan los piojos pero quedan las liendres, que nacen a los ocho o diez días. Por ello, es conveniente repetir el tratamiento a los ocho o diez días para tener éxito.
Dra. Gloria Lilian Contreras González
Dermatóloga Pediatra
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