La dermatitis flagelada es una condición descrita inicialmente en 1970, en la que se observan manchas lineales de color rosado o café, que parecen las marcas de una persona que ha sido flagelada. Principalmente se ha encontrado una relación con la bleomicina, un medicamento utilizado como quimioterapia para pacientes con carcinoma de células escamosas, linfoma, cáncer cérvicouterino y cáncer testicular. Se presenta hasta en el 15% de los pacientes que usan este medicamento.
Se ha estudiado el mecanismo de daño en la piel, y la hipótesis más aceptada es que el medicamento se deposita en la piel, el rascado funciona como un factor que incrementa el flujo sanguíneo, por lo que habría una mayor cantidad de medicamento en la zona que el paciente rasca; iniciando un proceso de inflamación dando como resultado las manchas características.
También se han visto casos por el consumo de hongos shiitake, un alimento utilizado en la comida asiática, y que cada vez se ve con mayor frecuencia en México, debido a la introducción de la gastronomía oriental. Enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Still y la dermatomiositis pueden ser raras causas de eritema flagelado.
El aspecto de las lesiones es único, manifestándose principalmente en el tronco como manchas lineales de color café o rosado, acompañadas de comezón. En algunas ocasiones, cuando la inflamación de la piel es muy severa, pueden llegar a aparecer algunas lesiones elevadas como ronchas o ampollas.
El diagnóstico es clínico, es decir, se relaciona la presencia de lesiones compatibles con el antecedente de alguno de los factores predisponentes antes menciona- dos como fármacos, hongos shiitake o diagnóstico de enfermedad autoinmune. En ocasiones se podría tomar algún estudio de la piel como una biopsia, aunque los resultados son un apoyo para el diagnóstico pero no suele ser indispensable.
En cuanto al tratamiento, suele ser suficiente con cremas antiinflamatorias y medicamentos antialérgicos como los antihistamínicos. No olvidemos que la mayoría de los pacientes se encuentran en tratamiento para cáncer, por lo que suspender la bleomicina debe considerarse solo cuando los pacientes no respondan al tratamiento. En el caso de que los hongos shiitake fueran los responsables, es mucho más sencillo, ya que suprimir este alimento de la dieta suele ser muy efectivo para prevenir futuras activaciones de dermatitis flagelada.
