La piel está conformada por una capa superficial llamada epidermis y otra más profunda llamada dermis. Esta última tiene la estructura que le da sostén a la piel, gracias a que está conformada por un entramado de fibras de colágeno y elastina que a su vez son construidas por proteínas que produce nuestra propia piel.
El colágeno se ha convertido en la sustancia más famosa de los productos de belleza que prometen maravillas de reestructuración de la piel. Prometiendo quitar la flacidez ¡en tan sólo una semana!, cosa que resulta imposible si tomamos en cuenta que las células de la piel se recambian cada 28 días y que para que existan cambios visibles se necesitan al menos dos ciclos.
Existen infinidad de productos con colágeno en el mercado: presentación en cremas, lociones, contornos de ojos, cremas corporales, tabletas, cápsulas y hay hasta quien dice que les aplican mesoterapia de colágeno, es decir, que les inyectan la sustancia.
¿Qué podemos decir respecto al colágeno?
Les explico: el colágeno es una proteína cuya estructura química es muy grande por lo que se le conoce como macromolécula; eso quiere decir que pueden hacer preparados en base crema, aceite o agua, pero la molécula no se absorberá en la piel por su gran tamaño. Por lo tanto, no entra y no formará parte de la piel.
Por otra parte, cuando se toman pastillas o cápsulas de colágeno –como proteína que es– se degradará por completo en el estómago con el ácido clorhídrico, así que no es cierto que “tú lo ingieres y se deposita donde es necesario”.
Y por último, cuando acuden con pseudomédicos, cosmetólogas o esteticistas que te digan que te van a inyectar relleno de colágeno, te están engañando y quién sabe qué sustancia extraña meterán en tu organismo. No existe ningún relleno de marcas dermatológicas, como te explicaba anteriormente, el colágeno es una macromolécula y no pasará por la aguja de la jeringa.
Es verdad que el colágeno es una sustancia muy importante para la piel y que con la edad se pierde.
Y aunque no hay manera de introducir el colágeno como tal, si hay sustancias que estimulan la producción de fibras de colágeno por la propia piel y eso es precisamente lo que hacemos los dermatólogos con los tratamientos. Utilizamos alfa-hidroxiácidos, retinoles, retinaldehidos, péptidos, peelings, tratamientos con láser, radiofrecuencia, etc. Pero no en las cantidades microscópicas que traen las cremas comerciales, sino en las dosis adecuadas que tienen los medicamentos dermatológicos. De esta manera obtener resultados reales: piel más tersa, radiante, de mejor calidad, con mayor elasticidad.
En conclusión, no hagas uso de productos milagrosos que dicen tener colágeno en su fórmula porque tal vez hagan maravillas, pero sólo en el bolsillo de quien los fabrica. Visita a tu dermatólogo.
Dra. Iris Villareal Parra
Cirujana Dermatóloga (CED. 3626050)
Tel. 36050281 / 16737589
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