El término «nevo atípico» o “nevo displásico” se utiliza para referirse a las lesiones melanocíticas benignas adquiridas o “lunares” que comparten algunas de las características clínicas del melanoma, el cual es el cáncer de piel más agresivo.
Estas lesiones se presentan primordialmente en el tronco y extremidades, aunque también se pueden observar en cualquier parte del cuerpo, incluyendo piel cabelluda, pecho y genitales. Su asociación positiva con un historial de quemaduras solares en la infancia y/o la adolescencia, y su aparición en personas con piel sensible a la exposición solar, sugiere que su desarrollo puede estar asociado con la exposición solar intensa; e incluso se ha reportado que el uso de camas de bronceado aumenta el riesgo de los mismos.
La edad de presentación, es por lo general entre la pubertad y los 20 a 30 años, pero pueden presentarse incluso hasta la sexta década de la vida.
Estos lunares son importantes ya que son marcadores de un riesgo aumentado de malignidad, especialmente cuando se presentan en personas con numerosos nevos y/o antecedentes familiares de melanoma, sin ser propiamente malignos.Para aquellos pacientes que los presentan, sugerimos la autoexaminación total del cuerpo para identificar cambios en el tamaño, forma y color del nevo, así como acudir a una valoración anual para revisión de los mismos por un dermatólogo certificado. En caso de ser necesario, se puede evaluar los lunares por medio de un aparato especial llamado dermatoscopio, el cual es un instrumento óptico, que permite examinar mejor las lesiones por debajo de la superficie cutánea o llevar un seguimiento fotográfico por fotofinder, que es muy útil para identificar las lesiones que están “fuera de línea”, mostrando evidencia de un cambio progresivo usualmente en la dirección de una anomalía.
Como paciente, es factible “vigilar los lunares” en casa, y realizar un escrutinio en cuáles necesitan ser examinados, para lo cual les compartimos una nmemotecnia fácil de recordar a la cual se le nombra la “regla del ABCD”
A de Asimetría; una mitad es diferente de la otra mitad.
B representa Borde; borde irregular, ondulado o mal definido
C simboliza Color; variación de una zona a otra; diferentes tonos de marrón y negro; a veces blanco, rojo o azul.
D significa Diámetro; mayor a 5 mm
De cualquier forma, el mensaje que queremos transmitir es que, aunque la mayoría de los nevos atípicos no se convierten en melanoma, los pacientes con un alto número de lesiones de este tipo tienen un mayor riesgo de melanoma durante toda la vida. Por lo tanto, es importante estar igualmente atentos a los cambios en los nevos existentes y de la presencia de nuevas lesiones y ante cualquier duda consultar preferentemente a su dermatólogo.
Dra. Ilse Meyer Nava
Dermatóloga
(CED.8985949)
ilse_meyer_n@hotmail.com