Los tatuajes son una antigua forma de arte cuyos orígenes se remontan hasta la edad de piedra (12.000 a. C.) y han mantenido su popularidad a través del tiempo y a través de diversas culturas y en diferentes continentes.
En la actualidad existe aumento en la demanda de eliminación de tatuajes. En Estados Unidos hay casi 45 millones de ciudadanos norteamericanos tatuados y aproximadamente el 20% de ellos están arrepentidos de su decisión. La eliminación de tatuajes puede intentarse o lograrse mediante una gran variedad de procedimientos.
Actualmente, una manera efectiva y segura de eliminar tatuajes es a través del láser, utilizando el láser Q-switched, el cual produce un daño selectivo en zonas con contenido pigmentario sin afectar el tejido de alrededor. La energía liberada por los láseres es absorbida por el pigmento del tatuaje produciendo una fragmentación de las partículas de pigmento que posteriormente son eliminadas por el mismo cuerpo.
El procedimiento requiere múltiples tratamientos (normalmente entre 8 y 14) dependiendo del tamaño, profundidad y colores del tatuaje (los colores más claros como el verde, el rojo y el amarillo son los más difíciles de eliminar). Se realizan sesiones cada 4 a 6 semanas, siendo el periodo necesario para la recuperación de la piel posterior al procedimiento.
Las ventajas del láser son:
• Es rápido y de fácil aplicación; sólo requiere anestesia local con crema.
• Es bien tolerado, efectivo y no se requiere hospitalización.
• Los costos del tratamiento varían de acuerdo al tamaño y características del mismo.
• Algunos efectos secundarios pueden incluir puntos sangrantes o enrojecimiento, pero son inmediatos y transitorios.
¿Qué debes tomar en cuenta?
• No hay un número de sesiones específicas porque cada tatuaje responde de diferente manera y hay que personalizar el tratamiento.
• Con el láser se disminuye el riesgo de dejar cicatriz.
• Los resultados del tratamiento dependen no sólo del número de sesiones, sino de las características del tatuaje como son: tipo de tatuaje (amateur o profesional), el tipo de tinta (carbón, china, etc.), la localización (brazos, tronco, cuello, etc.), la densidad del color (qué tan marcado o colorido) y el tiempo de evolución.
Cuidados tras la intervención
• Después de cada sesión se aplica una crema con antibiótico.
• El paciente puede volver a su actividad normal tras la sesión y deberá evitar la exposición solar en la zona tratada.
• Puede aplicarse frío para disminuir las molestias, así como una crema reparadora de la piel.
• También debería evitar las esponjas y toallas ásperas durante la ducha, y lavar la zona con un dermolimpiador suave.
Dra. Sofía Álvarez Guerrero
Dermatóloga
DPG. 9541226