La psoriasis es una enfermedad inflamatoria y crónica, cuya causa es desconocida. Sin embargo, se sabe que presenta un origen autoinmune.
Lo que sucede en la gente que la padece es que los linfocitos (las células responsables de defender nuestro organismo frente a microbios y agentes externos) liberan sustancias inflamatorias que atacan a las células de la piel sanas. En una persona sana, la capa más superficial de la piel madura en aproximadamente un mes. En las personas que padecen psoriasis, este ritmo se acelera y el resultado es la descamación.
Las alteraciones en las uñas son frecuentes en los pacientes con psoriasis, se han reportado tasas de 50 hasta el 80%, usualmente las observamos en las manos y pueden afectarse una o todas las uñas.
A mayor severidad y tiempo de evolución de las lesiones cutáneas, mayor frecuencia de afectación de las uñas. Así mismo la afectación de las uñas en el 1% de los casos de psoriasis puede ser la única manifestación de la enfermedad.
Las señales de uñas con psoriasis incluyen:
• Pequeños hoyuelos.
• Grietas, estrías o agujeros.
• Manchas blancas.
• Surcos.
• Cambios en la forma o el tamaño.
• Engrosamiento.
• Separación de la uña del lecho ungueal.
• Uñas que se desmoronan.
• Uñas amarillas o marrón.
• Sangre en astillas debajo de la uña.
• Deformidad de la uña.
Existen diferentes tratamientos que pueden mantener en control la enfermedad, estos van a depender del número de uñas afectadas, severidad del problema, si existe o no afectación de la piel, etc. Es por eso que ante cualquier cambio en tus uñas no te automediques, no apliques remedios caseros que puedan empeorar el problema, te recomendamos consultar al médico especialista que atiende enfermedades de las uñas tu dermatólogo.
