La piel está formada por varias capas de células superpuestas: comienza a formarse desde la capa más profunda y las células van migrando hacia la capa más superficial para desprenderse y caerse. Su aspecto está dado por su producción de sebo, su humectación y acidez. Para conocer las condiciones de la piel se toman en cuenta su apariencia general, elasticidad, firmeza, aspereza, descamación, suavidad y cantidad de arrugas. Su firmeza puede estar en función a su densidad y grosor. Es muy susceptible al daño oxidativo dado su alto contenido de lípidos, proteínas y DNA, que son extremadamente sensibles a la oxidación.
Existen numerosas alteraciones en piel, mucosas, cabello e, incluso huesos, debidas a una o más deficiencias nutricionales crónicas. La falta de consumo de un nutriente en específico (o de su malabsorción), después de un tiempo, se refleja en una disminución en su concentración y de continuar esta deficiencia, se manifiesta externamente.
Algunas alteraciones graves de la piel, como las heridas quirúrgicas y quemaduras, requieren un apoyo nutricional especializado, sobre todo en personas desnutridas.
Los hidratos de carbono no desempeñan una función particular en la piel. La falta de proteínas en la dieta producen pelo frágil, falto de brillo, fácilmente desprendible, implantación rala, despigmentado, que crece lentamente, puntas abiertas, cabello delgado y de fácil arrancamiento.
Una piel con deficiencia de Vitamina A tiende a descamarse y a estar seca, es áspera al tacto, luce opaca, se arruga y envejece rápidamente, ya que es mucho más fina y delgada. Algunas personas pueden experimentar picazón, ardor y sensación de tirantez. Si bien la Vitamina no es producida por nuestro organismo, podemos incorporarla a través de los alimentos que ingerimos. Algunos de ellos son la zanahoria, la espinaca y la calabaza.
La palidez de la piel puede ser indicio de una deficiencia de hierro, ya que la hemoglobina es la que da la coloración roja a la sangre. Cuando desciende, ya sea por una falta de hierro o por otra causa, la piel se ve más pálida.
En la deficiencia de zinc, sea de origen dietético, por malabsorción, pérdidas o causada por medicamentos, se observa una marcada disminución en la cicatrización de heridas.
El papel de la manipulación dietética, tanto por restricción como por suplementación, puede afectar el desarrollo de alteraciones cutáneas como el cáncer de piel, cicatrización de heridas, dermatitis atópica, psoriasis y dermatitis herpetiforme.
Dra. Minerva E. Vázquez Huerta
Médico cirujano y partero
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