El melasma o paño es una condición pigmentaria de la piel adquirida caracterizada por manchas irregulares y de color marrón en las áreas de la piel expuestas al sol, especialmente en la cara.
Se presenta primordialmente en mujeres, entre los treinta y los cuarenta años, sin embargo, también puede presentarse fuera de este rango de edad o incluso en los hombres.
Hasta la fecha, no se ha dilucidado por completo el por qué se produce este padecimiento; sin embargo, se ha propuesto que la exposición crónica a los rayos ultravioleta (UV), la estimulación de hormonas femeninas y los antecedentes genéticos predispuestos desempeñan un papel importante.
Actualmente existe un arsenal terapéutico enorme que podemos utilizar para el tratamiento o control terapéutico y el uso de protector solar de amplio espectro, así como la reaplicación es parte fundamental del éxito. Entre los múltiples tratamientos de los cuales se dispone, podemos utilizar despigmentantes tópicos (sueros o cremas) que tienen diferente mecanismo de acción, es decir que actúan por diferentes vías de la pigmentación.
Así mismo, en ocasiones su dermatólogo podrá decidir agregar una terapia oral, llamado ácido tranexámico o incluso sugerir acompañar el tratamiento de tecnolo- gía por medio de láser en alguna de sus modalidades.
Dentro de la tecnología que se puede utilizar de manera segura y eficaz, se encuentra el laser “toning” que éste es un láser de baja fluencia el cual genera un enrojecimiento transitorio de la piel, no doloroso y sin recuperación. Se requiere de varias sesiones para alcanzar el objetivo de disminución de pigmento de la piel, éste además se puede combinar con despigmentantes orales, tomados y por supuesto, del uso de protector solar de manera continua.
Cada tratamiento tiene ventajas y desventajas, así como no todos los pacientes son candidatos al mismo; por lo que lo ideal es acudir con tu dermatólogo certificado para que te ayude a orientar el tratamiento ideal o más especifico.