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Principales complicaciones en la cirugía de piel y, ¿cómo evitarlas?

By 12 marzo, 2020agosto 24th, 2023Mitos y Realidades

La cirugía dermatológica es frecuentemente utilizada en el tratamiento de diferentes lesiones cutáneas, tanto benignas como malignas. Existen muchas opciones, desde los procedimientos superficiales hasta algunos más complejos. Para obtener el mejor resultado posible, es preciso tomar en cuenta factores propios del paciente, de su entorno, disponibilidad de recursos, e incluso la habilidad del médico tratante.
De manera general, la cirugía dermatológica se considera de bajo riesgo, sin embargo, no está exenta de asociarse a complicaciones (de 2% a 6%). Entre las frecuentes se encuentran:

1) Dolor. Esto puede ser antes, durante o después del procedimiento. Para disminuirlo, el médico deberá elegir la técnica anestésica adecuada, así como el tratamiento analgésico óptimo para el seguimiento postoperatorio.

2) Infección del sitio de la herida quirúrgica. Se observa secreción purulenta y fétida, generalmente de color verde o amarillo. Además, puede haber fiebre, la zona puede sentirse más caliente de lo normal, observarse roja y con sensación de dolor que no cede con analgésicos habituales.

3) Pérdida o necrosis de piel, colgajos o injertos. Los colgajos e injertos son opciones para reconstruir las zonas operadas, se utilizan principalmente en el tratamiento de cáncer de piel. Estos se nutren de los vasos sanguíneos que los rodean y en ocasiones, esta nutrición puede ser insuficiente llevando a su necrosis y pérdida. Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de pérdida son el tabaquismo o un mal estado nutricional, entre otros.

4) Hemorragia. Definido como sangrado activo o formación de hematomas persistentes 24 horas posteriores al procedimiento. Puede deberse a coagulación insuficiente durante la cirugía, asociarse al uso de anticoagulantes o medicamentos que alteran el proceso de coagulación.

5) Complicaciones en el cierre de la herida. Sobre todo, puede presentarse dehiscencia de la herida, esto es, que la misma se abra. Ya sea por exceso de tensión en ella, inflamación, infección o mal cuidado del área lo cual provoca que los puntos de sutura se suelten.

En la mayoría de los casos, las complicaciones no representan un riesgo para la vida de los pacientes, sin embargo, la mayoría de ellas pueden comprometer el proceso de cicatrización y ocasionar que la recuperación y los cuidados sean más complejos y prolongados que los habituales.

En general, es posible disminuir el riesgo de desarrollar complicaciones e incluso, en algunas ocasiones, pueden evitarse. Es importante acudir con médicos especialistas que tengan conocimiento en el tema. Habrá que individualizar las opciones de tratamiento de acuerdo a las enfermedades que tenga el paciente, estado de nutrición, los medicamentos que consuma, sus hábitos (por ejemplo, el tabaquismo), la edad, las actividades que realiza, etc.

Siempre es importante seguir las indicaciones médicas después de una cirugía dermatológica, independientemente del tamaño de la herida. En caso de observar alguna anormalidad se sugiere contactar al médico tratante lo más pronto posible para iniciar tratamiento oportuno y evitar que progrese la complicación.

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